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La escopeta, el campo y la ausencia... ¿intentan desviar la atención sobre Jeremías Sanz?

En las últimas audiencias del juicio, una serie de maniobras defensivas dan a pensar en que buscan atraer la atención sobre otro ¿sospechoso?

En el juicio que se instruye en su contra, Jeremías Sanz no aceptó ser interrogado ni por el fiscal Hugo Almirón ni por los abogados querellantes Ernesto Martínez y Luis Juez. Es la razón por la que unas cuantas preguntas quedan flotando y su silencio no lo favorece.
¿Cuándo vio por última vez a su mamá? ¿Dónde fueron el 15 de marzo de 2017 cuando la pasó a buscar en su camioneta Amarok alrededor de las 19.20? ¿Por qué dejó su camioneta y se subió a la de Nicolás Rizzi una hora y media más tarde? ¿Qué hicieron con Rizzi hasta la madrugada del 16? ¿Por qué su mamá en el lugar estaba enterrada con su campera borravino y envuelta en una manta que estaba en su casa?
Sin embargo, y más allá de ese silencio, Sanz pidió hacer unas aclaraciones sobre cierto material fotográfico que obra en el expediente judicial.
Allí, Jeremías reconoció en algunas fotografías a Ignacio González Sbiglio, pero al llegar a una fotografía en particular en la que él porta una escopeta señaló que esa arma le pertenecía a González Sbiglio.
Aunque sutil, la referencia parece obvia. Si la escopeta era de Ignacio “Nacho” González Sbiglio, el campo en el que encontraron enterrada a María Eugenia era de la familia de Ignacio, y desde hace dos años Ignacio no se encuentra en Argentina... ¡Bingo!
En lo que va del proceso, sería la primera vez en que la defensa podría intentar introducir una hipótesis diferente sobre el presunto homicida de Cadamuro.
En la semana pasada, Pedro Sanz (padre de Jeremías) narró que los González Sbiglio nunca rindieron cuentas sobre el maíz que tenían a medias Jeremías y Nacho.
La madre de Nacho, Marcela Sbiglio, sin embargo había declarado oportunamente que no hubo reparto porque no hubo ganancia, porque no les había ido bien con la cosecha.
En función de este ruido comunicacional, la Fiscalía no descartaría intentar la incorporación del testimonio de Nacho a través de una teleconferencia en vivo ya que, en este momento, se encuentra estudiando y trabajando en España.
La palabra del joven no sólo podría aclarar esta situación sino aportar datos complementarios dada la relación que amistad que lo unía al detenido y que persistió hasta el momento en que encontraron a María Eugenia en su campo familiar.
Claudio Minoldo

Claudio Minoldo

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