Por: Florencia Strasorier (Integrante de Oficina de Adultos Mayores - Municipalidad de Colonia Caroya)
Existe un mito o falsa creencia que asocia la vejez con la soledad o con las residencias de larga estadía (mal llamados geriátricos) como único destino. Cuando, en realidad, la vejez es heterogénea; una extensión de la vida que tenemos.
No existe un destino fijo porque no todos envejecemos en las mismas condiciones. La institucionalización en residencias aparece como opción cuando las condiciones físicas, familiares o psíquicas de la persona en cuestión lo requieran.
GIRAPAM (Grupo Interáreas de Regulación Asesoramiento y Promoción del Adulto Mayor) es un grupo interdisciplinar que inspecciona y controla residencias de larga estadía. Nos alerta sobre la gran cantidad de mayores que ingresaron engañados a estas instituciones, lo cual es una falta grave, una violación a sus derechos y una señal de gran prejuicio que infantiliza y minimiza a una persona, al decidir por ella.
Eso del Consentimiento Informado...
Es un requisito legal para el ingreso a las residencias y debe reflejar la libre voluntad de la persona, quien debe conocer el contenido de lo que firma y el cambio que eso significa en su vida. GIRAPAM da a conocer que muchas veces el Consentimiento Informado pasa inadvertido y es firmado como un papel más; aunque sea un instrumento clave.Hace diez años que GIRAPAM recorre residencias y observa que muchos están allí sin su consentimiento, lo cual es cruel porque obliga a alguien a estar donde no quiere ni quiso. ¿Algunas consecuencias? El aceleramiento del deterioro y el aumento de la tristeza al extrañar su hogar, sus familiares, vecinos, mascotas, plantas.
La escucha atenta del otro es clave: qué quiere, qué desea. La institucionalización debería ser la última opción, ya que hoy existen nuevos dispositivos para transitar la vejez: concurrir a espacios sociocomunitarios, contactar acompañantes terapéuticos, incluir teléfonos de seguridad, entre otros. Cada cual tendrá los suyos.
De objeto a sujeto
Nuevas miradas alumbran la vejez: se pretende abandonar la visión del mayor minusválido-objeto para instalar la visión de personas mayores como sujetos de derechos que pueden y deben decidir cómo y dónde vivir y morir. Hacer ese giro es posible: conectarse con otros grupos para salir, bailar, ir a talleres, quedarse en casa, viajar.Hay tantas formas de envejecer como formas de vivir, no hay que encasillarlas: algunos solos, otros en grupo; todo el entorno deberá entenderlo y priorizar su comodidad, voluntad y bienestar. Pero mientras sigan existiendo casos en donde los mayores sean engañados e institucionalizados sin su consentimiento, seguirá existiendo una violación a los Derechos Humanos de estas personas.
Su consulta no molesta
GIRAPAM está integrado por profesionales del campo de la medicina, psicología, trabajo social, nutrición, inspectores y área edilicia. No sólo recorren residencias de larga estadía, sino que están a disposición de la comunidad para asesorar, acompañar, orientar, etc.Si tenes dudas, contáctate, la información será 100% confidencial: Tel. 461182 (Complejo de Personas Mayores) de lunes a viernes, en Colonia Caroya.
Tenemos que darnos la discusión sobre qué queremos que sea de nosotros cuando seamos mayores y que sea como deseamos. Individualmente no lo podemos lograr, mejor si contamos con otros: afectos, redes y espacios abiertos de participación que nos den la bienvenida.
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