Por: Marianela Tabbia (De nuestra redacción)
Durante el 10 de octubre -Día Mundial de la Salud Mental- Jesús María buscó visibilizar la problemática, con frases que invitaban a eliminar el estigma que pesa sobre las personas que padecen alguna enfermedad relacionada con la psiquis. Las redes sociales ayudaron a difundir las reflexiones que cuestionan miradas erróneas y vigentes.
El secretario de gobierno Diego Almada, ubicado más bien en su rol de médico, remarcó: “La sociedad de consumo te exige permanentemente resultados triunfalistas en el ámbito de la salud mental. Hay un bombardeo permanente acerca de que tenés que ser exitoso, tener dinero, triunfar en todo lo que hacés y, a veces, la vida cotidiana te va llevando por caminos distintos”.
“Al no alcanzar eso –añadió-, vivís con una eterna frustración y esa frustración repercute directamente en la emocionalidad, en la calidad de vida, en la salud mental. El 30% de las personas ha vivido una situación vinculada a la salud mental. Lo viviste en algún momento, lo estás viviendo o lo vas a vivir”.
Erradicar el dolor

La Usina, el espacio de atención y tratamientos que funciona en Barrio Güemes, es el epicentro de la política pública local con respecto a salud mental. Los últimos datos difundidos muestran que en el año 2018, pasaron por las instalaciones casi 600 personas mientras que en lo que va del año, la cantidad se multiplicó a 1.083.

“Muchas de estas personas, la mayoría, van solos a la consulta. Desaparece el entorno familiar cuando vos tenés un problema de consumo o cuando tenés una patología relacionada a la salud mental. Cualquier persona con una depresión, con un trastorno de la ansiedad o psicosis, si desaparece el mundo que lo rodea y sus afectos, empeora considerablemente la condición”, explicó el funcionario.
Deuda pendiente
El estado en sus distintos niveles y las instituciones, muchas veces, no pudieron dar una respuesta integral, según lo confirman las cifras. “Hay pocos prestadores de distintas obras sociales que cubren tratamientos de este tipo. Entonces, se recarga el sistema público para la cobertura de esta problemática. Creció un 5% en el primer semestre respecto a 2018 la demanda de personas con cobertura con obra social. En total debe estar cerca del 40%”, aseguró Almada.

Almada se sinceró sobre escaso avance que tuvo el convenio firmado con la fundación del Padre Mariano Oberlin que preveía la construcción de una sede para ayudar a personas con consumos problemáticos: “Nuestra idea era generar un espacio de reinserción social. De hecho, algunos chicos fueron a aprender allá, se entusiasmaron con esta idea. La deuda que nos queda, como gestión, es no haber resuelto lo de la reinserción. Hoy, resolvemos la promoción, la prevención, la atención con enfoque terapéutico, pero lo que está faltando es la reinserción social”.
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