Por: Florencia Strasorier (Lic en Comunicación Social)
El género es una palabra que surge a mediados del siglo pasado para diferenciar lo cultural de aquello que conocemos como sexo biológico asignado al nacer. Viene a advertir que nacer con determinada genitalidad (pene-vagina-intersex) no alcanza para explicar las características, expectativas y roles que implica ser varón, ser mujer, lo que compone el universo masculino, el universo femenino, la relación entre ambos, etc.
En estos términos, existen relaciones desiguales de poder entre varones, mujeres y disidencias. El Hombre (varón, blanco, rico, heterosexual) se consolidó históricamente como sujeto universal. Por años fue el dueño del mundo, el presidente, el padre, el productor de dinero, el que tomó las decisiones, el dueño de la fuerza física. De ahí deviene el lenguaje que toma a este sujeto como universal.
Sobre las violencias
Pensemos en la historia… La agresión sexual, la violación, el matrimonio forzado, el golpe disciplinador, el asesinato por considerarla una propiedad, el abuso, el toqueteo callejero, el no acceso a puestos de poder, el no acceso a una cuenta bancaria, la falta de derecho cívico y político de votar o integrar una lista política, son algunas violencias que sufrieron las mujeres, no los varones.Existen muchos tipos de violencia: urbana, escolar, institucional, de género, entre otras. Los varones pueden ser víctimas de las primeras, pero no de la violencia de género. Históricamente no sufrieron agresiones o denigraciones de parte de mujeres por el hecho de ser varones. En cambio, las mujeres sí sufrieron por el simple hecho de ser mujeres, maricas o trans.

Las estadísticas oficiales alertan que una mujer es asesinada cada 30 horas. Las matan por el hecho de ser mujeres y porque históricamente se naturalizó un género como fuerte y autoritario y otro como débil y sumiso. Ellos también son asesinados, pero por otros hombres y con armas de fuego. En cambio, las mujeres son asesinadas por varones, con armas de fuego, armas blancas, quemadas, descuartizadas, apuñaladas. Esto revela una dimensión de crueldad y de brutalidad que muestra un odio hacia ellas. Ese odio, que también se manifiesta en frases como “por qué se vestía así, era mala madre, le gustaba tomar, no iba a la escuela, qué hacía sola de noche” se conoce como MISOGINIA.
Basta de esto
Muchas mujeres, cuando caminamos o circulamos por cualquier localidad, tenemos un miedo extra: a que avancen sobre nuestros cuerpos, con comentarios inapropiados, tocamientos indebidos o agresiones sexuales más graves. Los varones no saben lo que se siente... Puede que también sientan miedo, pero es un miedo diferente (a que le roben o le peguen, por ejemplo) no a que los agredan sexualmente.Desear una sociedad más justa para todas las personas es tarea de todos y se requiere interés, voluntad, lectura, formación. No se puede tratar el tema por instinto o suposición.
Apelo a la empatía para construir una sociedad más segura donde no seamos unos contra otros, sino todos contra el verdadero enemigo: el machismo.
* Recomendación: Leer Ley Argentina N° 26.465 (2009).
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