Último momento
recent

Cecilia y Eva, el cáncer de mama en primera persona

Dos valientes mujeres relatan cómo enfrentaron la enfermedad y animan a otras a buscar ayuda.

Por: Marianela Tabbia (De nuestra redacción)

Cada 19 de octubre, es el Día Mundial de la lucha contra esta enfermedad que ya afectó a 21 mil mujeres solo en lo que va del año, según el Instituto Nacional del Cáncer. El lazo rosa se transforma en un recordatorio sobre la importancia de cuidarse y cuidarnos no sólo en esa fecha sino todos los días. 
Dos mujeres con dos historias diferentes, pero con una misma palabra que podría describirlas: resiliencia. La capacidad para adaptarse a situaciones adversas define a la resiliencia. Cecilia y Eva no sólo han superado grandes pruebas relativas al cáncer de mama sino que también lo han hecho con otras enfermedades. Decidieron abrir las puertas de sus casas y narrar sus experiencias para inspirar a quien lo necesite.

Peleándola con humor   

Cecilia lleva ya ocho años de aquella gran batalla ganada. Hoy, recordó cómo inició todo: “Lo comentaba con algunos y me decían que no era nada, pero a mí me preocupaba. Era un rosadito en el pezón. A veces, pasaban meses y se iba. Me hice mamografías, no se notaba nada. Pasó un año así hasta que me empezó a doler y sentía molestias feas”. 
Luego de visitas a especialistas y estudios llegó el diagnóstico. “Sentí como que caía en un pozo, me parecía que veía todo negro. Fue una sensación terrible, no es fácil. Muchas veces les digo a mis hermanas: una lo cuenta, pero hay que atravesarlo porque no es lo mismo”, aseguró.  
Mate de por medio, rememoró una escena a la que describió con lujo de detalles. Luego de las primeras sesiones de quimioterapia, sus cabellos comenzaron a caerse en un ritual para nada fácil de sobrellevar. Decidió adelantarse al proceso y llamó a una peluquera amiga a quien pidió que la rape. El espejo adelante y su hermana detrás, fueron los testigos de la movilizadora hazaña. Ya curó las heridas de aquel entonces con su particular sentido del humor, diciendo que había quedado como “una rodilla” o “Abel Pintos”. 
Tras varios meses, debió someterse a una mastectomía en la mama afectada. Para Cecilia, los días difíciles dejaron aprendizajes: “me dije ´voy a tener que ser fuerte´, por un lado y después, la familia y las amistades parece que no, pero eso también te ayuda. Y la fe. Creo que si no tenés fe en Dios, no salís tan fácil. Cuando me preguntan vos qué tal, yo digo ‘por lo menos, la seguimos peleando’”. Consultada por un mensaje final para las mujeres, sintetizó que ante el primer síntoma dudoso “no esperen y vayan al médico. No tengan miedo porque el miedo es lo peor, es lo que te frena”.

En proceso 

Eva es otra luchadora que manifiesta que hay que ser “positiva”. En su caso, el cáncer de mama es reciente debido a que fue detectado hace dos meses, aproximadamente. Pese a ello, ya pasó el capítulo más duro en parte a la determinación de Eva y la guía de su hija médica. El camino fue corto, pero no por ello sencillo. 
“Hace dos años atrás me encontraron una protuberancia en la mama derecha, me hicieron un punción y salió bien. Al año siguiente no hice el control, recién fue al año y medio casi dos. Ahí vuelven a detectar esa mancha, cuando me hacen la punción me da que tenía células cancerosas”, narró.  
“Fue un balde agua fría porque venía confiada en que a mí no me iba a pasar -continuó- Y sí, te puede pasar. Por suerte, el médico no me lo dijo a mí porque mi hija me retira los estudios. Generalmente, voy sola al médico. Creo que me hubiese largado a llorar. Hubiese sido muy fuerte el impacto, así se suavizó más. Hay que ponerles nombre a las cosas, a lo que a una le pasa. Esto de decir ‘tengo cáncer’ es duro, pero tengo que asumirlo, cuidarme y tomar conciencia de que hay cosas que puedo hacer y otras que no”. 
Hace un mes, Eva tomó la determinación de realizarse la mastectomía doble evitándose así las sesiones de rayos que le había recetado el doctor y ahora está a la espera de conocer cómo seguirán los controles previa visita al oncólogo. 
Simple pero contundente, concluyó: “Lo primero que se te viene a la cabeza es ¿por qué a mí?, pero al instante hay que decir ¿porque no a mí? Todas estamos expuestas a que nos suceda. En mi caso, yo soy la primera de mi familia en tener cáncer de mama”.
Claudio Minoldo

Claudio Minoldo

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Con la tecnología de Blogger.