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Guadalupe Sanz y Mabel Cadamuro ¿implicadas en el crimen de Maru?

A la hija y hermana de María Eugenia Cadamuro las citó el fiscal de Instrucción Guillermo Monti para avisarles que les pedirá el hisopado para extaer el perfil genético de ambas y cotejarlo con uno hallado en los guantes.

A pocos días de saber que el juicio en contra de Jeremías Sanz ya no tendrá más dilaciones y comenzará el 22 de octubre, el desglose de la causa que investiga la muerte de su madre, María Eugenia Cadamuro, dio un nuevo giro.
El fiscal Guillermo Monti decidió citar a Guadalupe Sanz y Mabel Cadamuro para notificarles de que les pedirá el hisopado para poder extraer el perfil genético de ambas.
En paralelo, fuentes bien informadas de la fiscalía dieron a conocer que en aquellos guantes que fueron hallados en la escena del crimen, a mediados de junio de 2017, se encontraron dos perfiles genéticos.
Uno de ellos compatible con una persona de sexo masculino (no trascendió si coincide con el perfil genético de Nicolás Rizzi, amigo de Jeremías) y otro compatible con una persona de sexo femenino, aunque compatible en grado de parentesco con Sanz.
Mabel Cadamuro, tía de Jeremías y hermana de “Maru”, se presentó ante el fiscal en compañía del penalista Marcelo Brito. Se especula que Guadalupe Sanz, hija de Maru y hermana de Jeremías, podría hacerlo esta semana.
En la película que la fiscalía tiene en la cabeza, el crimen y el ocultamiento del cadáver podrían haber ocurrido en días diferentes. Esa posibilidad es la única que permitiría pensar que Guadalupe pueda haber estado en la escena posterior al crimen porque consta que el día en que se fechó el homicidio, 15 de marzo de 2017, ella estaba en Buenos Aires y recién llegó a la zona el 17 por la noche.
Sobre la que no caben dudas que estuvo estrechamente ligada, al menos de haber conocido de inmediato sobre el crimen perpetrado, es de Mabel Cadamuro, quien entre la noche del 15 y la madrugada del 16 intercambió decenas de llamadas telefónicas con Jeremías.
Ahora, la noticia difundida por la fiscalía la pone en un lugar sobre el que había dudas. ¿Participó del hecho del ocultamiento del cuerpo de María Eugenia? ¿Estuvo mientras cavaban el pozo en el campo “La Susanita” y enterraban a Maru envuelta en una manta y cubierta con dos bolsas negras de consorcio? ¿Participó de la logística de hacer desaparecer los cartuchos de escopeta y los guantes vez en el mismo pozo donde intentaban ocultar el crimen? ¿Participó de la logística posterior de hacer desparecer la escopeta y enviar a lavar la camioneta Amarok blanca el 16 de marzo para borrar rastros de sangre y que no los detecte la prueba del luminol?.

Sospecha leve

Justo es destacar que el nivel de dudas que existen sobre una eventual participación de Guadalupe Sanz es mucho menor que en el caso de su tía.
De hecho, aunque no conste en el voluminoso expediente judicial de la causa, el mayor quebranto de Guadalupe se dio el sábado 17 de junio de 2017 cuando fue a visitar a su hermano y, tras salir del penal de Bouwer, lloró amargamente y compartió su desazón con algunas de sus mejores amigas.
No tenía necesidad de mentirles a ellas y quienes la conocen no la creen capaz de semejante cinismo. En otras palabras, ni siquiera en su rol de actriz podría haber simulado el tremendo dolor que le generó la muerte de su madre.
En su entorno íntimo, aseguran también que ya no frecuenta a su hermano con la cárcel, que tiene una relación distante con su tía, y que no está dispuesta a caer en falso testimonio durante el juicio para alivianarle la responsabilidad a su hermano.
No obstante, deberá prestarse a la requisitoria del fiscal porque el perfil genético hallado en los guantes es de parentesco con Jeremías. Habrá que esperar resultados para esclarecer.
Claudio Minoldo

Claudio Minoldo

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