Por:
Juan Manuel García Escalada (Docente, Psicólogo Social)
En ese intercambio de cajas en la estación de viajes. ¿La serpiente se traga la mentira…?...
Inicial, ensayística, experimental, y con una fuerte consistencia en su estructura fílmica y compromiso de sus hacedores, el film VERUM, estrenado el miércoles pasado en el cine Molise, retrata el compromiso de los jóvenes contra las apariencias, desde lo local y que se universaliza como problemática global actual, en cuestionamientos a los actos de los adultos.

El trabajo impreso, desde la cabeza, representada por su director, Alvaro Monge Banci, y todo el equipo de La Salchichera Audiovisual, con David Benedettini y Marcelo Aparicio y la música original de Kaly Peralta, acompañados por María Rosa Ponce, Rosa María Gedoz, Gerardo Bechis que lo acompañaron en lo técnico, creativo y colaborativo, han construido un pequeño, pero intenso film donde el miedo del ser se enfrenta con el parecer.

El guión, con la dirección de Analía Juan, a partir de ideas que intercambiaron con los alumnos-actores, sorprende, cuanto en un momento menos inesperado del relato, hace un giro y la tangente dispara el argumento por una senda que por un instante levita para asentarse en la faz concreta del misterio de esa reunión que irá a dilucidar aquellos patrones que la sociedad construye y coacciona a sus seres-ciudadanos y nos los deja vivir en la propia alegría del SER. Y poder construirse con la Verdad (VERUM) de su ser interior, que grita por salir y que los prejuicios y la ignorancia se enclavan destruyendo vidas.

Film que refleja esta época presente de pos-verdades, que no son otra cosa que cuando la verdad pasa como mentira y la mentira se transforma en verdad.
Eso es lo que los jóvenes actores muestran en sus personajes; romper ese caparazón de estereotipos; y que los distintos dioses hablan de limpieza y renovación en el planeta, que el propio ser humano infringe.
Una filmación sorprendente en calidad y en imágenes, con tomas y secuencias en distintos planos complementarios, que se reflejan en un muy buen montaje, y una técnica de relato breve y concisa.

Es en ese trabajo de beneplácito que los alumnos reciben los intercambios educativos como modo de ensayo teórico y práctico desde el IPEM 294 DE Jesús María, y que con la dirección de Mónica Reyes, de Beatriz Consolaro, construyen los espacios para una tarea educativa creativa y vital de intercambios en la enseñanza.
El IPEM 294 va construyendo un pequeño polo cinematográfico que acumula reconocimiento por su tarea de pintar su aldea, un modo al decir de León Tolstoi: Ser universal.
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