Surgió de la inquietud cívica de Marita Freytes y contó con el respaldo del Museo Jesuítico Nacional y su director, Carlos Ferreyra, y tuvo lugar durante la tarde/noche del miércoles en la bodega del museo. Unas 70 personas desafiaron el frío polar y se sumaron a la propuesta.
Los candidatos fueron ordenados en estricto orden alfabético mostrando que entre los organizadores no hubo otra intención que verlos debatir sin favorecer a nadie en particular.
En la presentación personal, tres de los candidatos -Daniel Gatica, Mariana Ispizua, y Luis Picat- refirieron su pertenencia a la Unión Cívica Radical, aunque situados en diferentes momentos de esa historia. Mauricio Brito y Pablo Villarreal, por su parte, referenciaron su adhesión a la Izquierda y al Justicialismo en el descubrimiento de los valores que esas fuerzas políticas generaron en ellos durante la juventud y la vida profesional.
El intercambio fue cordial, aunque tenso al principio, y hasta dio lugar, incluso, a algunos pocos chistes.
El momento de las mujeres
Cada invitado destacó aspectos sobre Jesús María: algunos fueron por el lado de su espíritu emprendedor, otros por la participación cívica y la educación, otros por la integración del patrimonio y la cultura, y también en la crítica a una sociedad conservadora.
Visión de sociedad
El barrio Sierras y Parques fue el territorio de la única disputa política entre los candidatos. Si allí se hizo mucho, poco o nada.Villarreal abogó porque todos se sientan parte, evitando que haya fragmentación social.
Picat, por su parte, opinó que entre los vecinos se distinguen tres realidades. La del que puede y tiene recursos para avanzar, la del que la lucha, y la del que no tiene la oportunidad. Se sumó a la crítica de Villarreal sobre la inclusión que no ve en Sierras y Parques.
Gatica se diferenció de sus adversarios abogando por una regionalización con los municipios vecinos, pensando en tareas en conjunto y en beneficios mutuos. También criticó la situación de los barrios periféricos.
Y a Brito se la sirvieron en bandeja para recordar que en en 2015 ya había propuestas para resolver esos problemas y la mayoría no se puso en práctica.
La Jesús María del futuro
Gatica volvió a insistir con la utopía de una sola región con un solo intendente y un solo Concejo Deliberante, donde haya mucho espacio verde, mucha educación e inteligencia.Villarreal soñó con educación, respeto al prójimo, menos egoísmo. Con menos deserción escolar y más oportunidades.
Brito pidió una Jesús María con mejores oportunidades para sus hijos, mejores que las que él tuvo, y con trabajo genuino.
Picat auguró una Jesús María integrada a los vecinos, que baje los costos de la burocracia, que produzca mentes brillantes, y con renovación en las instituciones porque traen innovación
Finalmente, Ispizua soñó con que siga creciendo, siendo motivo de elogio de los visitantes, la que elijan sus hijos, nuestros nietos, con oportunidades para todos, seguridad y tranquilidad.
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