Por estos días, y a raíz de la profunda crisis institucional y de credibilidad por la que atraviesa nuestra Cooperativa de Servicios Públicos, volvimos a escuchar la frase “Que se vayan todos”, instalada con fuerza entre los argentinos en la crisis del 2001, pero que se vuelve a utilizar recurrentemente tanto en instituciones públicas como privadas, cuando queda a la vista el fracaso en los resultados o se pone en tela de juicio la honestidad de sus dirigentes.
Pero... ¿creemos sinceramente que esto alcanza para generar un cambio profundo hacia un modelo más transparente, más participativo y más eficiente de gestión? Las experiencias en cientos de instituciones de todo tipo demuestran que no. No alcanza.
¿Qué es gobierno abierto?
El Gobierno abierto (GA) es nuevo paradigma/modelo de gestión pública que centra la ciudadanía (o los socios, en este caso) en el diseño y toma de decisiones, aprovechando las tecnologías digitales disponibles y promoviendo la participación y transparencia.El GA no es solamente la oferta de servicios en línea o la utilización de medios digitales, sino que implica una nueva cultura política para la transformación de procesos en la gestión pública y la inclusión ciudadana (Ramírez-Alujas y Naser, 2014).
Algunos de esos principios son:
- Propiciar la democracia deliberativa en los niveles de la administración y la toma de decisiones.
- Visibilizar todos los procesos con la capacidad de renovación y mejoramiento constantes a partir de la interacción y retroalimentación con los ciudadanos.
- Pasar de una lógica clientelista del ciudadano a una de colaboración.
- Abandonar los diseños piramidal y jerárquicos de las instituciones para adoptar nuevas estructuras horizontales y en red.
- Introducir lógicas de trabajo por proyectos y consecución de resultados.
Si muchas empresas privadas están redefiniendo sus modelos de gestión bajo nuevos paradigmas (como el movimiento de Empresas B, o las que se orientan bajo el modelo del triple impacto ambiental, social y económico), mucho más deberíamos hacerlo en el marco de una empresa naturalmente de carácter social como lo es la Cooperativa.
En este camino, el modelo del Gobierno Abierto, puede aportar principios y orientarnos para implementar rápidamente herramientas concretas e innovadoras, que están a nuestro alcance con solo tener la decisión de hacerlo y que son más potentes que muchas herramientas conocidas hasta hace pocos años, que garanticen la absoluta transparencia en las decisiones, la participación y el control por parte de los socios y de toda la comunidad.
Y a propósito de cómo empezamos esta nota...Que se vayan los que se tengan que ir, y trabajemos fuertemente para garantizar ciertos pisos mínimos para una correcta gestión, para cualquiera de nosotros que se encuentre frente a la tremenda responsabilidad de administrar una institución por la que muchas personas han dedicado su esfuerzo, tiempo y sus sueños, y que resulta imprescindible para el desarrollo de nuestra comunidad.
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