¿Falta mucho? ¿Cuándo llegamos? Estas preguntas y otras igualmente temidas son comunes cuando hacemos viajes largos con niños. Según un estudio realizado, el tiempo máximo que pueden tolerar sin preguntar “cuánto falta” es de 1 hora y media. Entonces, ¿qué hacer cuando debemos recorrer kilómetros y kilómetros en auto? ¿Cómo entretenerlos? Más allá de celulares y tabletas, aquí van algunas otras ideas que además de lograr que el viaje no se transforme en una tortura, resultarán creativas y divertidas y estimularán la interacción familiar. Cada propuesta puede adaptarse al nivel evolutivo del niño.
- Ante todo, llevar elementos que les agraden: libros, lápices de colores y hojas (sujetas a una superficie rígida), títeres, muñecos de peluche, juegos de memoria.
- Música. Una de las cosas que más les gustan a los niños, en especial a los más pequeños, es cantar canciones. Si es en familia, mejor. Llevar las canciones que más les gusten e intercalar nuevas para que las vayan aprendiendo.
A partir de los 4 años
- Contar cosas que vean por la ventanilla: autos rojos/blancos, árboles altos, fábricas, casas…
- Enseñarles a interpretar las señales de tránsito y luego contar cuántas aparecen con una indicación en particular; cuántas curvas o puentes por ejemplo.
- Una vez que hayan incorporado las señales, pedirles que las describan en detalle o “adivinar” cuál será la próxima.
- Buscarles formas a las nubes.
- Leer las letras de las patentes de los autos que van adelante y armar frases divertidas. Por ejemplo, para la patente VYN: “Voy ya nadando”.
- Elegir una letra y mencionar comidas o prendas de ropa.
- Darles un volante de juguete para que imiten al conductor.
- Entre todos, inventar cuentos divertidos, cuentos tristes, cuentos de miedo.
- Armar rompecabezas (proveerlos de una superficie rígida).
- Pensar palabras con cada letra del abecedario.
- Jugar al “tipoteo”. Pensar un verbo y hacer preguntas para tratar de adivinarlo. Preguntar por ejemplo: ¿tipoteás mucho? ¿Adónde tipoteás? ¿Con qué tipoteás?
- Enlazar palabras con la última letra de la primera. Ejemplo: “Carlos siempre estudia arriba”.
- Separar palabras cortas y largas en sílabas
- Hacer adivinanzas.
- Contar chistes.
- A los mayorcitos darles un mapa para que vayan marcando la ruta que se recorre.
- Una parada para cargar combustible, estirar las piernas y comer un sándwich también sirve para romper la rutina del viaje. Elegir este momento para darles un premio por haberse portado bien.


Fuentes: Momentos Chicco y Disfreeti.
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