Si bien a veces podemos disfrutar de días más o menos fresquitos, otros nos agobian con altas temperaturas y humedad. Cuando la temperatura es moderada nuestras mascotas también disfrutan del verano; pero cuando el termómetro asciende despiadadamente, sufren tanto o más que nosotros.
Aunque ya estemos en 2019, de alguna manera esta edición cierra el ciclo 2018 ya que recién nos reencontraremos en marzo, por lo que en esta nota recordaremos los principales cuidados que hay que observar con las mascotas en el período estival.
Tiempo de lluvia
Ya sabemos que las tormentas de verano suelen ser muy aparatosas. Truenos y rayos las anuncian y acompañan, y la mayoría de los perros la pasan muy mal. Cuando hay descargas eléctricas se asustan mucho porque tienen mucha mayor capacidad auditiva que el humano y perciben los ruidos con más intensidad; incluso advierten el trueno antes de que su ruido llegue a nosotros. ¿Cómo ayudarlo?• Permitirle entrar en casa. No dejarlo solo mientras dura la tormenta.
• Permitir que esté a nuestro lado.
• Acariciarlo y hablarle con suavidad para que asocie las tormentas con algo agradable.
• Distraerlo. Jugar con él para que no esté pendiente de la tormenta.
• Lo ideal es poner en práctica estas tácticas cuando el perro es cachorro para que se acostumbre a las tormentas y no sufra.
El calor

El golpe de calor es una reacción que se produce cuando la temperatura corporal sube de manera muy brusca y el organismo no puede compensarla. Esto produce una disfunción multiorgánica que puede provocar la muerte del animal. Es de tener en cuenta asimismo que los perros ancianos sufren aún más y los daños pueden ser más graves. Tener presente:
• Jamás dejar a un animal encerrado en un auto estacionado al sol o en una habitación cerrada en la que se levante mucha temperatura. Las consecuencias en este caso pueden ser fatales y darse en muy poco tiempo.
• Jamás dejar a un perro atado en el exterior cuando hace calor. Ésta –además de ser una tortura- es otra de las principales causas de muerte en perros. Algunos sucumben por el golpe de calor y otros por estrangulamiento intentando acceder a algo de sombra para no morir de calor.
• Asegurarse de que dispongan siempre de agua fresca.
• No incitarlos a correr o hacer ejercicio los días de mucho calor.
• Cuando viajamos con ellos, hacer frecuentes paradas y permitir que descansen a la sombra y beban agua.
• Si son animales de pelo largo, cortárselos.
• Permitirles que se mojen en playas, lagos, ríos o piscinas, siempre con bajo nuestra vigilancia.
Pulgas y garrapatas

Asesoramiento Clínica Veterinaria Dominchin Capellino
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