La dislexia puede definirse como la dificultad para comprender textos escritos, lo que puede causar problemas de aprendizaje. El niño o adolescente con este problema ve como si las letras saltaran; palabras o letras que se ubican boca abajo o al revés; o tener dificultad para distinguir y reconocerlas, explica la psicopedagoga Gladys Giacinti, y especifica que se trata de un problema con el lenguaje y no con la visión.
Cuando el niño va a la escuela y no puede distinguir entre algunas letras o tiene una desorganización cuando ve el pizarrón, y lo que escribe no es igual o parecido a lo que él escribe en su cuaderno, puede que estemos frente a dislexia.

Cuando el docente dice que un alumno presenta dificultades de aprendizaje -sin poder precisar claramente cuáles- es prioritario acudir a un profesional. Cuando tienen inconvenientes para aprender, los niños se sienten frustrados; esto afecta su autoestima y no pueden salir adelante, remarca la profesional. Los niños con dislexia también pueden tener problemas para entender lo que leen: La dislexia puede dificultar que la lectura se realice de forma automática o sin esfuerzo aparente, explica.
Causas

Se investigó mucho sobre las causas usando imágenes cerebrales y se detectó que existen diferencias en las áreas del cerebro involucradas en habilidades importantes para leer entre quienes tienen dislexia y quienes no.
Manifestaciones

- Lectura lenta, trabajosa y con muchos errores.
- Deficiente ortografía.
- Uniones o separaciones incorrectas de palabras.
- Dificultades en la automatización de aprendizajes y memorización (aprende algo y al poco tiempo, lo olvida).
- Confusión al pronunciar palabras y frases: decir “Grabiel está en periglo” en lugar de “Gabriel está en peligro”.
- Dificultad para leer en voz alta con el tono apropiado y agrupación adecuada de palabras y frases.
- Problemas para escribir o copiar letras, números y símbolos en el orden correcto.
Consejos

Sugerencias
- Detectar cuál es la dificultad concreta del niño con la ayuda de un profesional.
- Trabajar con él en actividades específicas para su dificultad.
- Utilizar el juego como herramienta de trabajo.
- No presionarlo en exceso.
- Mantenerlo motivado.
Señales de alerta
Cada niño aprende a su ritmo, pero si se observa que al niño le cuestan la lectura y la escritura, podemos estar ante un caso de dislexia. Signos que podrían indicarla:Edad pre-escolar:
- Habla como un niño más pequeño a lo que corresponde a su edad. Es frecuente que pronuncie mal ciertas palabras: “patola” en lugar de “pelota”.
- Tiene problemas para llamar a las cosas por su nombre; por ejemplo le pedimos un tenedor y nos da un cuchara.
- No logra encontrar la rima correcta de las canciones infantiles.
- No puede seguir instrucciones; por ejemplo le pedimos que se ponga el saco y los zapatos y se pone sólo el saco.
Edad escolar:
- Presenta dificultad para vocalizar palabras nuevas.
- Parece no estar interesado en libros de sus personajes o temas favoritos.
- No puede recordar detalles de lo que leyó.
- Mezcla el orden de las letras: “larámpa” en vez de “lámpara”.
- Le lleva mucho tiempo terminar tareas que requieren lectura.
- Duda mucho antes de hablar; utiliza palabras para rellenar, como “ummm”.
- Deletrea una palabra de manera diferente cada vez.
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