La Comisión Nacional de Monumentos, Lugares y Bienes Históricos (CNMLBH) detalló durante ese encuentro que la nueva matriz de trabajo contemplaba, precisamente, que se incluya ese nuevo factor.
Seis meses después, el ejemplo de aquella visión se hizo patente en el Museo Jesuítico Nacional de Jesús María que vio derrumbarse una de las pocas techumbres originales del conjunto que construyeron los jesuitas durante el siglo XVIII.
Si a eso le sumamos que el material que se rompió, madera, también podría haber sido afectado por factores biológicos como termitas u hormigas, la justificación del hecho está completa.
Sin razones para temer
El arquitecto Antonio Sabatté, quien se desempeña en el Museo Jesuítico de Alta Gracia, supervisó las tareas de remoción de las tejuelas, tejas, bovedilla y tirantes de quebracho que se retiraron de la “cocina” de la Estancia, donde se produjo el derrumbre y fue quien descartó que el resto de la edificación corra peligro.
Respecto de la etapa que viene, Sabatté sugirió que no habría que descuidar el dato de que, por un tiempo, está habitación estará sin cubierta (tiene desde esta semana un cobertor tipo plástico encima de la estructura desmontada) y que, por ese hecho, está más expuesta a contingencias climáticas como, por ejemplo, otro período de abundantes lluvias y humedad. El arquitecto sugirió para la etapa de la restauración que se respete la autenticidad del edificio, es decir, que se tenga en cuenta la conservación de los elementos sabiendo su origen, su procedencia, sus técnicas, la forma en que fue construida y en que fue diseñada.
Todo a salvo
Exceptuando por una pieza, todos los objetos que estaban en exhibición en la “cocina” pudieron ser recuperados sin lamentar daños. La primera señal que hubo con el techo se detectó el mismo día de la caída con unos desprendimientos lo que llevó al personal a decidir su inmediato cierre y restricción de acceso a los turistas.
“Fue una desgracia con suerte porque es un espacio pequeño, una sola sala que representa el 2% del espacio del Museo. Nuestro equipo estuvo atento y comprometido. Tenemos un proyecto de restauración edilicia aprobado desde el año pasado que está en etapa de licitación, pero no contábamos con esta contingencia climática”, explicó Belén Domínguez, licenciada en Historia y personal técnico del Museo.
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