Por: Marianela Tabbia (De nuestra redacción)
En el año 2014 surgió la idea de separación diferenciada de la mano de los jóvenes de Brigada Ambiental. Por aquel entonces, la organización se reunía con centros vecinales para poner en práctica un proceso que incluía contendores comunitarios ubicados en puntos estratégicos de cada barrio.
Pablo Prone, integrante del espacio, evaluó la iniciativa: “como toda primera experiencia tuvo falencias, no pudimos corregir. El proyecto no lo creamos nosotros, solo lo adaptamos a la ciudad porque el reciclado es de 1970, no lo inventamos nosotros”. A la hora de opinar sobre el régimen que se estrenará en los próximos días, se mostró crítico del procedimiento previo a su implementación: “hay cuestiones que tenés que consultar me parece a mí, no sólo definir todo desde tu punto de vista”.
Natalia Cragnolini, ex integrante del Centro Vecinal René Favaloro y Walter Depaoli, miembro de la actual gestión en barrio Giachini, analizaron la experiencia anterior destacando los errores y aciertos.
Ambos coincidieron en que la iniciativa fue “muy positiva” aunque hubo algunos inconvenientes y señalaron que los problemas surgieron de fallas en el engranaje del plan tales como materiales que no eran los correctos, que a su vez dañaban los que sí eran aptos, la empresa que realizaba la recolección no podía solventar sus costos por lo que se veían afectado el recorrido, la retribución monetaria no llegaba a los centros vecinales y así sucesivamente.
Walter recordó que “los vecinos se prendieron muy bien, se adaptaron y se cuidaba que los contendores no tuvieran otro material que no sea reciclable (…) fue una lástima porque la gente había agarrado buen ritmo”. En cuanto al nuevo proyecto, referenció que “a los vecinos no les costaría volver a separar lo que sí estaría buenísimo es la continuidad. Empezar, que eso sea cotidiano y para siempre (…) más allá del dinero que también sumaba porque iba a parar a la construcción de la sede del centro vecinal, la importancia era de cuidar el medioambiente y frenar la contaminación”.
Por su parte, Natalia resumió: “probablemente faltó más capacitación, más llegada a la gente (…) si veíamos algún problema, tratábamos de reforzar la información. Después cuando se sumaron otros contenedores ya no pudimos controlarlos”. De cara a los próximos pasos, manifiesta que “más allá de las campañas también se necesitan a los centros vecinales porque ellos tienen llegada directa con los vecinos, son el nexo”.
Otra oportunidad

Nanini realizó un análisis de la realidad local: “poner un contenedor en la esquina, ¿quién se hace responsable? En cambio si la basura la sacamos de frente de tu casa, es tuya. El fracaso del sistema de los centros vecinales fue por eso, que no era domiciliaria (…) está instaurado que hay ciertos lugres donde ´podes´ tirar basura. Tenemos un lote en Tronco Pozo donde la gente tira sus animales, heladeras, cocinas rotas…es un predio inmenso que limpiamos y lo vuelven a convertir en basural. Hay que erradicar eso”.
El Plan Integral de Gestión de Residuos, tiene previsto la separación en dos grandes grupos: húmedos y secos. Este último incluye papel, plástico, vidrio, cartón y metal, todos lavados y secados. Los días miércoles, a partir del 9 de mayo, será el turno exclusivo de recolección domiciliara de material reciclable, por la mañana zona sur y por la tarde, zona norte de la ciudad.
Ese día elegido, camiones y empleados municipales se dedicarán sólo a restos secos previa preparación de los vehículos con tareas de limpieza para evitar la contaminación. El resto de la semana continuará el servicio como hasta entonces con la basura habitual.
Desde el municipio, enunciaron que es necesario que los vecinos coloquen los elementos para reciclaje en bolsas transparentes para identificar el contenido. El personal abocado a la tarea recibirá una capacitación para manejar de manera correcta el proceso.
Inicialmente se tercerizará el servicio en el predio final aunque el objetivo a futuro es crear una cooperativa de trabajo con recolectores informales que hoy se encargan de la tarea. Septiembre será clave para evaluar la primera etapa e incluir una tercera bolsa con otros materiales reciclables. “El basural tiene una vida útil que está culminando y que, con la diferenciada, podemos extender”, concluyó Nanini.
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