Los hechos de 2012 rompieron vínculos |
Desde que está instalada la escuela de Suboficiales de Gendarmería Nacional en nuestra zona, los vínculos entre las autoridades de la institución, los alumnos, y el cuerpo docente con la comunidad fueron constantes hasta los tristes sucesos de 2012 cuando masivamente salieron a las calles al grito de “el sueldo no se toca”.
La genuina protesta por remuneraciones dignas se coló en los medios de comunicación de todo el país y la gente se puso del lado de los que reclamaban y no de el Gobierno Nacional que mandaba a frenar la “insurrección”.
Terminados los reclamos, hubo comandantes pasados a retiro, relevamiento de toda la cúpula mayor, gendarmes sancionados y hasta pasados a retiro en actos que parecieron más una venganza que un acto de sanción por inconducta.
Antes de 2012, los gendarmes no protestaban. Sí lo hacían las viudas y las pensionadas en nombre de sus maridos. Pero lo más penoso que pasó después de 2012 es que bajó una orden desde el Ministerio que controla a Gendarmería que les impedía a los directivos de la escuela brindar declaraciones de todo tipo a los medios de comunicación.
Los próximos dos años fueron aburridísimos en términos de intercambio y comunicaciones con la comunidad ya que Gendarmería invitaba a los medios a sus actos, pero nadie decía nada y si decía algo pues, precisamente, ¡nada decía!.
Recientemente, y con un gobierno nacional diferente desde diciembre de 2015, parecen haber cambiado las órdenes y las autoridades de la escuela pueden retomar la histórica relación que unió a la fuerza con la región. Además, las autoridades actuales también vienen propiciando esa apertura.
A través de mails, nos venimos informando sobre logros deportivos, actos, celebraciones. Y lo que es mejor: podemos gestionar coberturas de temas que serán respondidos por personal autorizado. Una saludable apertura que celebramos.
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