Con la participación de funcionarios nacionales y provinciales, este viernes 21 de abril se lanzó el Programa Nacional para Pequeños Productores Porcinos de la Provincia de Córdoba.
Se trata de un plan Piloto que involucra a 66 municipios de la Provincia, de 16 departamentos, desde Sobremonte hasta General Roca y de un total de 700 productores pre-asignados y 12.000 las madres asistidas. Para esta primera etapa, el gobierno nacional desembolsará 10 millones de pesos.
Además de brindar apoyo técnico a los pequeños productores y capacitaciones, el propósito del Plan consiste en generar un régimen de aportes no reintegrables a través de los propios municipios.
Entre otras medidas, el programa contempla la provisión de maíz a lo largo de 180 días a productores con menos de 25 madres, como así también asesoramiento y capacitaciones en materia de sanidad e infraestructura. Al finalizar la reunión, se firmó un acta de notificación, al que adhirieron los mandatarios municipales y jefes comunales presentes.
Mal inicio, diálogo, proyecto reformulado
La idea de solucionar el problema vía subsidios fue rechazada de plano por las entidades gremiales y se lo hicieron saber al propio ministro Ricardo Buryaille. Esto motivó fuertes cruces de palabras e intercambios de opiniones entre gremialistas y funcionarios durante largas semanas. El proyecto que se presentó esta semana y que tuvo a Jesús María en el centro de la escena fue el resultado de ese intercambio.
De hecho, Luis Picat, presidente de la Rural, aludió a la cuestión aunque sin profundizar en el tenor de las discusiones. “Creo que está muy bien apuntado porque en los últimnos 16 años el sector porcino ha crecido aproximadamente un 8 por ciento cada año y ha llevado a que pasemos de una faena de 1,9 millón de cabezas a tener hoy casi seis millones de cabezas anuales”, explicó Picat.
El presidente de la Rural consideró que es fundamental llegar a los pequeños productores con tecnología y capacitación, pero también con heramientas para el asociativismo y con el auxilio de las herramientas del municipio para contribuir al óptimo estado sanitario de los animales. “Estamos hablando de un alimento y no podemos permitir que, por instalaciones deficintes o mala alimentación, registremos problemas sanitarios. Hay que apuntar a la sanidad”, completó Picat.
Santiago Hardie, Secretario de Desarrollo Territorial de la Nación, remató: “Desde el gobierno no queremos que el agricultor familiar sea un agricultor de sobrevivencia sino que crezca todos los días un poquito más para que vuelva a estar bueno vivir en el campo”.
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