Por: Adriana Felici (Periodista, editora de la sección En Familia)
La intención no es caer en morbosidades, sino alertar sobre las señales indicadoras de abuso infantil, pues los niños lo manifiestan. A modo de ejemplo: la maestra de Florencia Di Marco, abusada y asesinada en San Luis, fue indagada por presunta responsabilidad, ya que sospechaba que la niña sufría abuso. La Ley 24417 de protección contra la violencia familiar es clara: “Cuando las víctimas fueran menores de edad, incapaces, ancianos o discapacitados que estén imposibilitados de accionar por sí mismos, están obligados a hacerlo sus representantes legales, los obligados por alimentos o el Ministerio Público Fiscal. También quienes se desempeñen en organismos asistenciales, educativos, de salud y de justicia y, en general, quienes desde el ámbito público o privado tomen conocimiento de situaciones de violencia familiar o tengan sospechas serias de que puedan existir”.
En la zona

En su experiencia, había madres que conocían la situación. “Coincide con lo que describe la bibliografía: mujeres muy sumisas, poco asertivas, que sufren el contexto de violencia. Ellas también son víctimas; es probable que hayan sufrido lo mismo. Por eso naturalizan la violencia y no pueden proteger a sus hijos”, describe.
Bazán apunta que en estos casos se intenta derivar al niño a la Unidad Judicial de la Mujer y del Niño (Rondeau 258, Córdoba) donde el abordaje es multidisciplinario. Y Graciela Stoller, inspectora escolar de la zona 5220, dice: “Cuando el docente observa algún indicador que puede hacer sospechar que el niño es víctima de abuso sexual, lo pone a disposición de los equipos profesionales. Todos somos responsables de priorizar el cuidado de los niños”.

Los Indicadores
Conocer las señales es fundamental para denunciar y pedir ayuda:
- Cambios bruscos de comportamiento; en la casa o escuela.
- Miedo de irse a dormir; quieren dormir vestidos.
- Miedo de volver a casa.
- Súbito comienzo de enuresis o encopresis (incontinencia urinaria o fecal).
- Comportamiento agresivo, destructivo, pasivo, aislado.
- Síntomas de enfermedades de transmisión sexual; daño en el área genital; dificultad y/o dolor al sentarse o caminar.
- Comportamiento o expresiones sexuales inapropiadas para la edad; conocimiento inadecuado sobre relaciones sexuales.
- Victimizar sexualmente a otros niños.
- Reticencia al contacto físico con sus padres y/u otros adultos.
- Baja autoestima; se sienten rechazados y no queridos.
Punto por punto
- El abuso sexual infantil no es privativo de una clase social, pero es posible que el hacinamiento y el alcohol lo favorezcan.
- Hay madres que conocen la situación y no protegen a sus hijos posiblemente porque han o hayan sufrido lo mismo. Lo naturalizan.
- ¿Por qué hay niños que no cuentan lo que les sucede? “Porque no tienen un parámetro de lo que es normal. Si los padres no les enseñan qué está bien y que está mal, recién reaccionan cuando llegan a la adolescencia o adultez”, explica la Dra. Norma Bazán.
- En la mayoría de los casos el abusador es un familiar, vecino o persona de confianza de la familia.
Para saber más: “Abuso sexual infantil, en las mejores familias”, de Irene Intebi (Ediciones Granica); páginas web de Child Abuse Prevention y Junta de Andalucía.
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