Un equipo de investigadores de la RMIT de Australia, liderado por el Dr. Abbas Mohajerani, demostró que el agregado de colillas de cigarrillos a los ladrillos de barro cocido puede recortar su costo de producción, haciendo más sustentable el proceso y contribuyendo a resolver un problema inminente de contaminación.
Por: Raúl Mannise
El Dr. Abbas Mohajerani investigador de la Universidad RMIT en Australia encontró una solución a las colillas de cigarrillos: convertirlas en materia prima para la fabricación de ladrillos. Según el investigador, esto podría ser una solución para compensar por completo la producción de residuos de cigarrillos en el mundo.
Cada año millones de colillas de cigarrillos son descartadas en las calles. Estos residuos, altamente tóxicos, necesitan muchos años para degradarse y en el proceso contaminan el suelo y el agua con elementos como arsénico, cromo, níquel y cadmio. Estas características, combinadas con la enorme cantidad, hacen de las colillas uno de los grandes villanos del medio ambiente.
Durante años el Dr. Mojaherani soñaba con una solución a este problema. Ahora parece que la ha encontrado. De acuerdo con el investigador, es posible usar el residuo de cigarrillos junto con la arcilla en la fabricación de ladrillos. La opción reduce los costes de producción, elimina un contaminante, y al mismo tiempo mejora la calidad del producto final.
Las pruebas realizadas por el equipo del Dr. Mojaherani identificaron que la sustitución de sólo el 1% de la materia prima para las colillas de ladrillo en sólo el 2,5% de la producción mundial del material haría posible compensar completamente la producción anual de cigarrillos a nivel mundial.
Sólo en Australia la población consume entre 25 y 30 billones de cigarrillos industriales al año. La investigación liderada por Mohajerani muestra que si sólo el 2.5% de los ladrillos producidos mundialmente incorporaran un 1% de colillas en su fabricación, se podría compensar el desperdicio que el consumo de cigarrillos genera a nivel mundial en un año.

La apariencia es exactamente la mismo que los ladrillos tradicionales y el investigador asegura que no ofrece ningún riesgo para la salud, ya que durante la combustión, los contaminantes quedan pegados en forma de residuo a las chimeneas lo cuales luego se pueden tratar de forma adecuada.
“La incorporación de colillas de cigarrillo en los ladrillos puede efectivamente resolver un problema de desechos a nivel mundial”, dice el doctor Mohajerani.
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