Con casi los mismos recursos humanos y con la misma flota de vehículos, tendrán que mejorar la prevención de los delitos en Caroya. Ésa bien podría ser una síntesis de la visita esta semana del secretario de Seguridad Ciudadana del gobierno de Córdoba, Diego Hak, a la vecina ciudad.
La presencia de Hak no sirvió para mucho más que una catársis generalizada, aunque tampoco hubiese sido serio que prometiera que iba a resolver la cuestión con solamente su visita. Tan complejo es el problema de la inseguridad que no alcanza con la impaciencia ciudadana y un par de promesas. Para la Policía, en cambio, fue un buen tirón de orejas.
Para la época de los Corsos, algunos vecinos denunciaron que les robaron. Y, desde entonces, el incremento de denuncias pareció ir en aumento.
Hace menos de un mes, un vecino denunció que robaron doce casas en dos cuadras de su calle. Los robos se perpetraron en horas de la siesta y hasta no más allá de las 20, justo en el momento en que la mayoría de sus moradores estaba fuera de la vivienda y no había custodio de sus pertenencias.

El enojo vecinal le fue trasladado a Gustavo Brandán y éste, a su vez, se lo trasladó a los funcionarios provinciales que se hicieron presentes durante la mañana del pasado miércoles en una confitería frente a la plaza.
Aunque no tuvo carácter de asamblea pública, sirvió para que los funcionarios se fueran con un panorama detallado del malestar y con la necesidad de brindar alguna respuesta con urgencia.
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“Con la creación de este consejo va a dar certeza a lo que los vecinos están pidiendo: que se generen políticas (de seguridad) claras y que estas políticas tengan continuidad y control ciudadano, sea de la prestación policial como de la judicial, porque siempre hay instancias para crear nuevas herramientas”, detalló Hak.
Recientemente, incorporaron 44 agentes a la Departamental Colón y algunos de ellos ya patrullan Caroya, aunque no habrá más incorporaciones por ahora.
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