Por: Leonardo Rossi (De nuestra redacción)
La segunda audiencia pública en torno a la construcción del dique en el Río Carapé dio por terminada las exposiciones de vecinos a favor y en contra de este proyecto. Entre las voces críticas destacó la de Carlos Ambrosich, intendente de La Granja, quien señaló la posible afectación del sistema que abastece de agua a su población en caso de concretarse la obra. A favor se expresó Rubén Foletto, mandatario de Obispo Trejo, quien planteó la “necesidad de respuestas ante las inundaciones en la cuenca baja”. El dique planeado por la Provincia serviría para regular el avance del agua ante crecidas e inundaciones que afectan a la zona media y baja de la cuenca, según sostiene el gobierno.
Razones del ‘No’
Luego de la primera audiencia realizada a mediados de junio había quedado la sensación de que el proceso de exposiciones llevaría muchas jornadas. En esa oportunidad expusieron 36 oradores sobre 300 inscriptos. La segunda audiencia fue el contraste. Una masiva ausencia de oradores caracterizó el evento. En total setenta personas expusieron entre ambas jornadas, casi igual cantidad entre una y otra. Lo concreto es que en este último encuentro se pasó lista completa agotando la posibilidad de exponer en torno al tema de cara al futuro por parte de la ciudadanía.
La audiencia realizada el miércoles en el cine-teatro Gianelli inició a las 10 y se extendió hasta casi las 23. El primer orador de la maratónica jornada fue Martín Díaz, biólogo de la Fuerza Aérea, institución que interviene en la Reserva Ascochinga, la cual verá parte de su territorio afectado para la construcción del dique, según lo proyectado. Díaz puso el foco en el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) sobre el que indicó que “sintetiza el problema con relación al cambio climático” sin atender otros factores “que tienen que ver con el manejo de la cuenca a nivel general”.
Una de las voces en contra de la obra que sobresalió fue la de Carlos Ambrosich. El intendente de La Granja explicó que “como consecuencia de la obra habrá una cañería que viene del dique Las Ranitas, de 450 milímetros, que abastece a la planta potabilizadora de Ascochinga, que quedaría debajo del dique en un tramo de 400 metros”. “Eso es un gran riesgo porque de ahí se abastece a Ascochinga, la Pampa y La Granja”, apuntó en referencia al caso de que la cañería sufriera algún daño. Sobre una posible relocalización de este caño recordó que “esta obra tiene más de sesenta años, y cuando se hizo se buscó el mejor lugar en torno a desniveles”. “Es una obra que no requiere de energías alternativas para proveer de agua a tres poblaciones y verlo afectado nos preocupa y mucho.”
Voces a favor
Entre los actores que se manifestaron a favor se destacó el planteo de Rubén Foletto, jefe comunal de Obispó Trejo. “Vengo a apoyar esta obra sobre el Río Carapé, por todo lo que hemos vivido en los últimos dos años. Lo más grave fueron las inundaciones de 2014 y pensamos que iba ser lo peor que nos iba a pasar. Al siguiente año en 2015 el agua creció al doble y tapó el cincuenta por ciento del pueblo”, rememoró.
Para Foletto “es necesario que el gobierno provincial empiece a dar respuesta a estas problemáticas, que se tomen las decisiones que brinden seguridad a quienes habitan la cuenca baja”. No obstante reconoció que esta “no es la solución única” sino que debe ser parte de “un sistema destinado a resolver el problema de las crecidas”.
Plazo final
Terminada la audiencia quedan 45 días para que la Secretaría de Ambiente de la Provincia otorgue la autorización para avanzar con la obra. Los planteos a favor y en contra han sido expuestos en estas audiencias, que vale recordar no son vinculantes. Del lado de la Provincia está la decisión política de avanzar con el proyecto, anunciado por el gobernador a inicios de año como parte de un plan que incluye otros siete diques.
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