Por: Adriana Felici (Periodista)
“Yo aprendí que…”
“Tenemos que cuidar nuestro cuerpo como nuestro tesoro” (Simón).
“Hay secretos buenos y secretos malos”. (Francina y Tomás).
“Si alguien se te acerca y te dice vení a mi casa que tengo caramelos, es mentira, y se lo tengo que decir a mi mamá”. (Francina y Simón).
“Si nos perdemos tenemos que buscar un policía” (Francina).
“Si viene un chico desconocido en un auto no tenés que hacerle caso y tenés que buscar a tu mamá o papá” (Santino).
“Los niños no deben abrir la puerta de la casa” (Tomás).
“Cuando vamos al baño tenemos que cerrar la puerta y decir que está ocupado”(Alma y Ludmila). Jimena agrega: “Así nadie mira lo que estamos haciendo”.
Cuando en 2006 se sancionó la Ley de educación Sexual Integral (Ley 26.150) surgió el temor de que los padres se opusieran a que sus hijos recibieran educación sexual. Pero la realidad demostró mostró lo contrario. Los testimonios anteriores pertenecen a niñitos de 5 años, alumnos del jardín de infantes de la Escuela J. M. Estrada. Testimonios que ponen en evidencia la importancia de dar educación sexual a los niños.
Y si de derribar mitos se trata, veamos qué opina Gisel, mamá del jardín que asistió a la charla para padres: Me sirvió la charla porque en esta edad en que mi nene se está descubriendo las partes íntimas, la charla se basó en que los padres no nos alarmemos si los vemos tocando su cuerpito porque eso es parte de la investigación de ellos mismos. Gisel agrega: Si la charla hubiese sido antes me hubiera servido más porque un día encontraron a mi nene y al primito tocándose y se armó un escándalo. Yo pensaba que a lo mejor no teníamos que alarmarnos, que teníamos que consultar, y ahora después de la charla pude entender que eso es parte del descubrimiento de su cuerpo.
Abordar con los hijos temas de la sexualidad nunca fue fácil para los padres. Y, por lo que se ve, sigue siéndolo. Pero afortunadamente estas charlas dirigidas a niños, padres y docentes allanan mucho el camino de la verdad.
Derribando mitos
Desde el año 2006, a través del Programa de Salud y Educación Sexual de la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia, la Municipalidad de Jesús María, viene realizando en forma sistemática capacitaciones para docentes, alumnos y familias, abordando todos los ejes temáticos que contempla la Ley de Educación sexual. En este contexto, este año se realizaron talleres para la familia y docentes en distintos jardines de infantes de nuestra ciudad, detalla la Lic. en Psicología Silvana Dalla Costa, coordinadora del Programa de Salud y Educación Sexual municipal. Con respecto al temor de cómo iba a ser recibido por los padres, la Lic. Dalla Costa dice: Lejos de haber habido resistencia, en los talleres cada año tenemos mayor concurrencia; y no sólo asisten padres y madres, sino también abuelos/as, tíos/as y hermanos/as que piden por favor a la escuela y profesionales que los ayuden a dialogar de estos temas con sus hijos/as. Quieren -puntualiza la profesional- hablar con sus hijos para hacer “algo distinto a lo que hicieron sus propios padres” ya que la mayoría refiere no haber recibido información ni en la escuela ni en la casa.
Silvana considera que hoy, todavía, se conoce poco sobre la sexualidad infantil y eso hace que se corra el riesgo de patologizar conductas esperables del desarrollo sexual infantil, como es el caso de los juegos sexuales exploratorios de la primera infancia. Y dice que a causa de este desconocimiento también se puede llegar a naturalizar conductas que podrían estar siendo pedidos de ayuda ante situaciones de riesgo, como ocurre con los casos de abuso sexual.
El testimonio de Norma, otra mamá, lo confirma: Para mí fue muy buena la charla. Cuando les estaban haciendo ver el cuerpo humano en el jardín mi hija me contaba: “Mamá, mirá, esta es mi parte, nadie me tiene que tocar, nadie me tiene que ver”. Me gustaría que den una charla todos los años para todos los chicos porque creo que aprenden mucho.
Preguntas y respuestas
¿Cuáles son las inquietudes más frecuentes de los niños en lo que hace a la sexualidad? En general son preguntas por la diferencia sexual anatómica, señala Dalla Costa y da ejemplos:
- ¿Por qué los nenes tienen pito y las nenas no?
- ¿Por qué los nenes hacen pis de parados?
- ¿Cómo entré y cómo salí de la panza?
- ¿Cómo nombrar las partes del cuerpo? ¿Se puede a esta edad enseñarles los nombres reales?
- ¿Qué hacer si encontramos a nuestros hijos jugando con sus genitales? ¿Es normal?
La manera de reaccionar ante una situación relacionada con la sexualidad, ya sea dando una respuesta o callando, envía un mensaje que puede ayudar o hacer más difícil el desarrollo sexual de un niño o una niña, apunta la psicóloga, y agrega: Cada una de estas preguntas son “oportunidades para enseñar”; oportunidades en las que se transmiten mensajes positivos y valores sobre la sexualidad. De este modo los padres pueden cimentar las bases para que sus hijos sean sexualmente sanos. El modo de responder -añade- también transmite información acerca de nuestra “disponibilidad para dialogar, que no sólo implica explicar sino también saber escucharlos”.
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