Fuente: La Voz del Interior.
Hace poco más de dos meses, el municipio de Jesús María contrató los servicios del arquitecto colombiano Gustavo Restrepo y puso en marcha el programa “Jesús María Proyecta” con el que piensa elaborar una herramienta para gestionar la ciudad durante los próximos 30 años. Y, dentro del marco de ese proyecto, van monitoreando sus avances.
El primer dato de la etapa de diagnóstico que demandará 10 meses y que prevé la realización de 40 talleres es alentador ya que, en ocho encuentros, lograron que participen 450 vecinos. Esta semana Restrepo tomó contacto con autoridades del Centro Comercial, los colegios profesionales de Arquitectos e Ingenieros de la región, y también centros vecinales. Después de julio, comenzará otra etapa que incluirá a los centros educativos de todos los niveles.
“Seguimos en el proceso de encontrar un mayor número de opiniones, pero el balance hasta acá es bueno. Queremos construirnos en un proceso lo más abierto, lo más transparente posible para que muestre cuál es el sueño de la comunidad”, reseñó Restrepo sobre esta primera etapa.
Para el especialista, los vecinos necesitan ver obras en lo físico, pero también económicas y sociales para que la ciudad realmente se transforme. Utilizando la metodología del semáforo para clasificar desde problemas complejos hasta problemas resueltos, Restrepo señaló que el termómetro social ve al barrio Sierras y Parques como rojo, aunque discrepó con esa mirada. “A mí no me gusta plantearlo así porque se estigmatiza a un sector. Estamos acostumbrados a señalar territorios y no me parece que esté bien. Porque cuando vamos allá nos cuentan que también hay otros lugares con dificultades. Creo que hay más lugares verdes y más lugares amarillos antes que rojos. Hemos encontrado que hay más sueños y oportunidades que catarsis”, completó el profesional.Sobre el cómo lograr mayor participación ciudadana, Restrepo apuntó que hay que hacer borrón y cuenta nueva con las malas experiencias anteriores, buscar personas capaces de ejercer liderazgo en su sector, conseguir gente comprometida con su hacer, apuntarles a los núcleos familiares, y confiar en el boca a boca para entusiasmar a la gente.
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