El 23 de noviembre de 1999 fue de celebración para la familia Nieva. Algo mágico irrumpía: nacían María Florencia y María Belén, gemelas. El padre y la madre esperaban con ansias ese parto con festejo doble, en una familia con antecedentes en la materia. Las pequeñas debieron nacer en Córdoba y no en Jesús María. A la familia le pedían un medicamento para las pequeñas que no podía costear y en la capital ese insumo no tenía costo. La dificultad económica no impidió que las niñas crezcan y se desarrollen en el barrio Sierras y Parques. Hoy, 16 años después, las pequeñas volvieron a la cama de parto, esta vez en clave de madres, y con cuarenta minutos de diferencia dieron a luz a sus respectivas niñas (Aylín y Valentina). Los límites económicos otra vez ganan protagonismo, y desde su familia solicitan acompañamiento para poder dar a las niñas “una vida sana”.
Acompañar

“Desde el día que nacieron ellas que estoy acompañándolas”, dice Margarita con una sonrisa que le ablanda sus rasgos duros, de mujer curtida. La tía recuerda los puntos en común, las corridas, las idas y vueltas al hospital entre lo ocurrido hace 16 años y el hecho del reciente 30 de junio. “Otra vez estuvimos ahí pendientes de Florencia y Belén”, suelta con los ojos cargados de emoción.
La noche anterior al parto, María Belén debió quedarse internada. Al día siguiente y “antes de lo previsto” –dice su abuela- le tocó a María Florencia. Finalmente, con cuarenta minutos de diferencia en el Hospital Vicente Agüero las hermanas gemelas dieron a luz. “Por suerte pasaron bien el embarazo y después no tuvieron complicaciones”, comparte su papá. Valentina nació con 3,8 y Aylín con 4,5 kilos. Al principio, durante algún tiempo las hermanas tenían temores, pero le dimos “todo el apoyo y ahora están emocionadas”, cuenta la tía Margarita.
Entre alegría y preocupación
Sin embargo, en el día a día los gastos cotidianos de la maternidad se tornan demasiado complicados y el futuro en la casa de Javier no está fácil. “El tema pañales y comida nos cuesta demasiado, la plata no nos alcanza para nada”, se adentra. Y repasa que “sobre todo nos hacen falta camas para las nenas, abrigo, frazadas, sábanas” y todo lo que sirva para pasar el frío. El hombre dice que ha solicitado un plan para hacer mejoras en la casa, “pero hasta ahora no tengo nada”.
“Realmente estamos muy felices con todo esto que nos pasa, pero la realidad no está fácil”, comparte el hombre entre alegría y cierta preocupación.
Para contactar y/o colaborar con la familia Nieva: (03525) 15 618981
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