Durante poco más de dos años estuvo en construcción una casa en la que se incluyeron opciones sustentables. Por un lado, la alimentación energética a través de paneles solares y, paralelamente, la utilización de terrazas vivas.
Explicado muy simple sería que en lugar de tener un techo plano de hormigón lo tiene con “verde” que puede ser desde césped, pequeños arbustos, flores, gramilla. Es intentar que quede la misma superficie verde que tenía el inmueble antes de encarar la construcción.
El arquitecto Dante Guyón fue quien diseñó la vivienda y quien se entusiasma con las posibilidades de que las terrazas vivas o verdes se vayan propagando en la zona, mientras se sigue urbanizando y reemplazando el verde existente por hormigón.
“Imaginate la terraza tradicional que es impermeable y reflectaria y multiplicá esa realidad en todo un sector. En una manzana, por ejemplo, sobre 10000 m2 suele construirse alrededor de 6000 m2, es decir, 6000 m2 de hormigón en una manzana que originalmente fue verde. Si lográramos hacer que el 10 por ciento de esa superficie cuente con terrazas vivas -3 o 4 casas- cada cinco manzanas por cinco manzanas habríamos recuperado la superficie de una plaza”, detalla Guyón.

“Si bien el gasto inicial es alto, el ahorro con el tiempo llega a alcanzar alrededor del 50 por ciento por la disminución del uso de refrigeración y calefacción”, añade el arquitecto.
La casa tiene una gran pendiente y permitió un aterrazamiento grande en tres niveles. Excepto en el nivel más alto, donde se colocó la energía solar, en el resto ya está colocado el material verde que implica otro uso de la superficie exterior.
Privilegiados de verde
Piénsese Jesús María que, naturalmente, está privilegiada con corredores verdes como son el espacio del ferrocarril y el del río, pero también cuenta con otros pulmones verdes como el club Social, la plaza Pío León, la plaza San Martín y plazas en la mayoría de los barrios. No escapa, sin embargo, a la realidad de que se viene densificando en altura y que, sino se programa, será una enorme urbe de cemento en 20 o 30 años. Hoy, hay más de una decena de edificios en construcción.

Para el profesional no será suficiente con nuestros privilegiados corredores verdes. Entonces, las terrazas vivas serían un importante aliado en la generación de pulmones.
Guyón no coincide con la obligación que se impondrá en nuevas edificaciones de la ciudad de Córdoba de tener terrazas verdes, pero sí con la posibilidad de que aquel que construya edificaciones más amigables con el ambiente tengan algún tipo de premio a la hora de pagar sus tasas.
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