Por: Leonardo Rossi (De nuestra redacción)
Por un rato Esteban Dómina se sacó el traje de político. Ese que lo tiene como figura en la ciudad de Córdoba desde hace tiempo. Y volvió (aunque nunca la deja) a su faceta de historiador, justamente para hablar del proceso independentista que por estos días cumple 200 años. Dómina brindó una exposición a sala llena en el museo de la ciudad de Jesús María punteando los temas de su libro ‘La independencia argentina. 14 años de política, diplomacia y guerra’. “El 9 de julio no empezó ni terminó nada, de hecho ahí se complicaron más las cosas”, lanzó para polemizar con una mirada profunda sobre la complejidad de ese tramo de nuestra historia.
Antecedentes
Esteban Dómina buscó a lo largo de la charla poner el centro en datos que durante largo tiempo fueron omitidos por la denominada ‘historia oficial’ y sobre todo buscó acentuar una perspectiva regional, de Córdoba y el norte del país a contramano de lo que genéricamente denominó ‘mirada porteña’.
Por empezar se refirió a los días revolucionarios de mayo de 1810, en donde destacó el rol de Domingo French y Antonio Beruti que “operaron” para vaciar de opositores a su línea el cabildo. “No repartían cintas nada más estos muchachos, amablemente le recomendaban a unos cuantos que no fueran”, dijo con ironía. Como reflejo recordó que de 450 invitados al cabildo sólo asistieron 250.
Dómina hizo eje en el rol “político” de hombres como French, Beruti, Paso, Belgrano y Vieytes que se juntaban en la jabonería de este último a “hacer análisis de la política” y “rosca” para motorizar el proceso de independencia.
El historiador dedicó buena parte del encuentro para ahondar en la figura de Belgrano, en sus diversas campañas al Paraguay y al Alto Perú, en sus enfrentamientos con las autoridades porteñas y en su admiración por San Martín. De esta manera buscó destacar la importancia política y militar de este hombre más allá de la creación de la bandera.
Más que una declaración
Hacia adelante destacó a José de San Martín, su rol como estratega y su “necesidad” de que se declarar la independencia. Dómina punteó el recorrido realizado por el general en su plan de guerra contra los realistas, y su postura indeclinable a “no prestarse a guerras internas”.
“Hubo años en que las internas empantanaron todo y San Martín tenía decidido no derramar sangre de hermanos”. Hacia la década del veinte “más que anarquía como dice la historia porteña había un escenario federal, de disputas” contrapuso. Por último, destacó “la grandeza” de San Martín ofreciendo secundar a Bolívar para concluir la misión independentista en el Alto Perú, aunque “eso no se dio”. Finalmente el mariscal Sucre cumplió esa tarea enviado por el libertador de la Gran Colombia, lo que “hizo que Bolivia quedara separada de Argentina, aunque lo natural hubiese sido que hoy seamos territorios unidos”, dejó picando para seguir pensando la implicancia de esos procesos hasta nuestros días.
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