Mientras sigue la discusión sobre la conveniencia o no de ejecutar grandes obras de ingeniería para atajar el exceso de agua de la cuenca alta, la buena noticia de la semana es que se reanudaron las únicas obras que, hasta ahora, han hecho algo concreto para paliar el problema.
Esta semana comenzó la ejecución de la primera sobre tres lagunas de retardo que está planificado hacer para la parte sur de la cuenca denominada Sinsacate. Allí, vale recordar, se hicieron ocho microembalses que sirvieron para resolver los golpes de agua que venían en dirección oeste-este, pero sobre el norte de la localidad.
Ahora, están atacando la cuenca sur, la que está hacia el oeste del viejo cementerio en ruinas de la localidad.
Se trata de una iniciativa público-privada ya que el desembolso del dinero de las obras la realiza el propietario del campo que viene siendo intervenido, pero el Estado pone toda la maquinaria, a través de la Comunidad Regional Colón.
En apariencia, la semana entrante el Ministerio de Agricultura podría hacer un anuncio en el sentido de ratificar que, dentro del marco del abordaje integral de la cuenca, los microembalses son una parte importante, sobre todo a partir de los resultados que demostraron hasta el momento.
La financiación de la parte más importante de las obras provino de la Secretaría de Recursos Hídricos ya que las obras han sido enmarcadas dentro del paquete de obras de tipo hídricas que hay que encarar para resolver los excesos hídricos.
Los especialistas coinciden, además, en que otra parte importante debieran hacerla los propietarios de tierras productivas a través de curvas o terrazas de nivel para impedir que el agua de los excesos hídricos se pierda durante las crecidas y que, por el contrario, se infiltre y ayude a mantener los perfiles con buena humedad.
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