Desde que está en vigencia la Ley Ambiental 10208 nunca antes se habían inscripto tantos oradores para opinar sobre un proyecto. 300 personas quedaron habilitadas para opinar sobre el proyecto de construcción de una mini presa sobre el río Carapé como parte de un conjunto que incluye otras tres y que irán sobre el río San Miguel y dos sobre el Santa Catalina.
Tan numerosa y tanta participación generó que tuvieron que llamar a un cuarto intermedio alrededor de las 17 del pasado lunes cuando recién habían expuesto su punto de vista unas 40 personas, después de siete horas consecutivas de discursos.
La audiencia no tiene para el gobierno de Córdoba carácter vinculante, pero era necesaria su realización antes de seguir avanzando en la licitación y adjudicación de esta obra en la que se invertirán $ 140 millones. La exposición de los vecinos fue antecedida por una fuerte intervención en la puerta de la sala por vecinos de la zona de La Granja y del corredor de las Sierras Chicas, quienes se mostraron contrarios al avance de la obra proyectada porque se ubica en la Reserva Natural de la Defensa de Ascochinga.
Esa acción anticipó el clima que tendría después la reunión que tuvo momentos de cruces muy tensos entre vecinos, con funcionarios, y con los propios encargados de coordinar la audiencia cuya reanudación se avisará a través de la página web de la Secretaría de Ambiente y con grandes posibilidades de que se mude a otra locación ya que el auditorio de la Sociedad Rural no pudo albergar a todos los que quisieron hacerlo.
Entre las posiciones a favor de la realización de la obra, se halló la del intendente de Jesús María, Gabriel Frizza, acompañado por los intendentes de otras localidades afectadas por las inundaciones como Obispo Trejo, Candelaria Sud, Sarmiento, Sinsacate, Atahona, y La Granja. “Necesitamos las obras de la cuenca alta. El agua no la vamos a parar sino tenemos obras de envergadura. No voy a hacer una apreciación técnica de la obra, voy a confiar en la gente que hizo los estudios en la provincia, en la Nación, y en el doctor que hizo los estudios de impacto ambiental. En los últimos diez años, Jesús María ha sufrido graves consecuencias de las inundaciones. Esperamos que las obras se hagan en el menor tiempo posible”, arrojó Frizza.
Ping pong rabioso
El biólogo e investigador del Conicet Juan Manuel Rodríguez, por ejemplo, cargó contra el estudio de impacto ambiental realizado por un equipo interdisciplinario de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC).
“La obra de los mini-diques en la cuenca del río Jesús María propuesta no va a solucionar el problema de los excedentes hídricos en épocas de altas precipitaciones y es necesaria información clave para evaluar la viabilidad o no de esas obras. El Estudio de Impacto Ambiental (EsIA) presenta numerosas fallas metodológicas e incurre en errores importantes que no permiten un análisis adecuado”, detalló el investigador aportando todos los errores conceptuales que tuvo.
“Se pondera como muy positivo las acciones de reforestación a realizar como medida de mitigación de la obra. Sin embargo se van a reemplazar bosques y arbustales desarrollados por plantines (árboles juveniles) que van a demorar décadas en volver a formar lo que se perdió a causa del impacto, siempre y cuando haya manutención de la reforestación”, señaló Rodríguez en uno de los tramos más críticos.
Rubén Foletto, otro de los intendentes que vio su Obispo Teejo totalmente inundada, también defendió las obras: “Hemos aprendido en estos dos años y meses que solucionar un problema implica pasárselo a otro porque la pendiente es así. Espero que no termine mal. Se habla de los daños ambientales que produce la realización de este dique en la parte alta y nosotros venimos a hablar del daño que venimos sufriendo hace dos años por falta de obras como este dique. Son visiones opuestas, pero que responden a la misma necesidad que es el daño que provoca el agua mal manejada. Esta obra es muy importante para nosotros, no sólo ésta sino todas las obras planificadas por el gobierno. Esa obra va a permitir quitarle un poco de violencia, de fuerza, al agua que llega a nuestro pueblo”.
Otro de los discursos que encendió aplausos y vivas fue el que encarnó Christine Edward, vecina de la Granja e integrante de la Mesa del Agua. “Cualquier persona con sentido común al leer el EIA sobre la construcción de un dique sobre el Río Carapé estaría sorprendida por su pobreza. Es difícil creer que tal trabajo salió de nuestra respetada Universidad Nacional de Córdoba. Seguramente los docentes universitarios que son parte del equipo que formuló el estudio no aprobarían semejante “estudio” viniendo de sus propios alumnos con la falta de datos, las mediciones inadecuadas o faltantes, mapas improvisados /equivocados, la omisión de datos necesarios los cuales son fácilmente accesibles en la bibliografía universitaria y en los archivos del mismo Ministerio que los emplea”.
Poco antes de declarar que la audiencia pasaba a cuarto intermedio, fue el turno de Rafael Di Marco, para de Mariana, una de las víctimas fatales de la feroz crecida.
“No seamos egoístas, hablemos de frente porque son muchas las vidas que se perdieron por falta de diques. Los diques se tienen que hacer para salvar vidas, para salvar el ecosistema, para salvar casas”, señaló frente a un auditorio que enmudeció.
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