Es la primera escuela del norte cordobés, la más antigua, y la que mayor orgullo porta por haber permanecido a lo largo de más de un siglo al servicio de la educación.
La Escuela Francisco Antonio Ortiz de Ocampo aprovechó la circunstancia de los 140 años para realizar un festejo e invitar a exdocentes y autoridades regionales a celebrar esa trayectoria.
Lo mejor de todo es que no hubo discursos grandilocuentes sino una amena representación de diferentes cuadros a cargo de los alumnos de diferentes grados. Los más grandes imitaron las clases de antaño y fueron avanzando hasta representar cómo son las horas de clase en nuestros días. Y los más pequeños aprovecharon para bailar, disfrazarse, y hasta para murguear en el patio central de la escuela y terminar con una lluvia de papelitos y unos aplausos cerrados.
“Para mi es un orgullo estar hoy en la escuela y poder festejar estos 140 años de trayectoria. Cuando uno quiere puntualizar en hechos o poner fechas importantes es un desafío porque es difícil seleccionar qué dejar afuera porque todo es importante en la vida de esta escuela”, explicó Susana Carrizo, directora de la institución.
La fachada de la escuela fue pintada completamente, merced a un acuerdo que hicieron con las otras tres instituciones que comparten el edificio. Entre las cuatro, decidieron encarar estas mejorar para un edificio que también es antiguo y cuyo mantenimiento es costoso.
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