De hecho, se calcula que puede seguir en llamas miles de años más. El fuego se encuentra bajo tierra, en las antiguas minas de carbón situadas en la localidad, y es precisamente la abundancia de ese mineral que actúa como combustible lo que dificulta su extinción.
Aunque no se sabe con seguridad como empezó el fuego, lo más probable es que ocurriese cuando las minas de carbón fueron clausuradas inadecuadamente. Expuesto al oxígeno y a altas temperaturas, el carbón pudo empezar a arder de forma espontánea. Con el tiempo han consumido unos 14 millones de toneladas de carbón, valorados en miles de millones de dólares. Todavía hoy siguen activos más de 70 focos de fuego, cuyas cenizas y emisiones gaseosas llegan a la superficie, afectando a la población que vive sobre las minas.
El fuego puede durar 3.800 años más

El interior de la tierra es desde hace un siglo un auténtico horno. Según los expertos, la temperatura ha podido alcanzar en determinados momentos los 731 grados, y se calcula que 1.500 millones de toneladas de carbón que no han ardido son igualmente inaccesibles por el momento a causa de las llamas.
El fuego seguirá ardiendo, como decimos, hasta que se lleven a cabo medidas apropiadas para sofocar el fuego. Pero teniendo en cuenta cuánto carbón ha ardido desde que empezó el fuego hace un siglo, si todo el que sigue allí debajo llegase a arder a la misma velocidad, el fuego podría durar 3.800 años más.
Otros grandes incendios subterráneos

A causa del fuego y sus emisiones, la localidad ha quedado abandonada: de los 2.790 habitantes que tenía en 1890, en 2013 solo quedaban 7. Se trata prácticamente de una ciudad fantasma, especialmente desde que en los 80 el gobierno estadounidense declaró el lugar inseguro y compró el terreno a los vecinos que estaban dispuestos a marcharse.
Pero el récord de antigüedad lo tiene sin duda la Montaña Ardiente de Australia, cuyo interior lleva ardiendo 6.000 años. Situada en Nueva Gales del Sur, a unos 220 kilómetros al norte de Sydney, hoy en día solo las pequeñas humaredas que salen del suelo aquí y allá tintadas de azufre hacen sospechar que 20 metros bajo la superficie, la tierra se consume.
Una vez más, es un misterio cómo comenzaron las llamas. Pudo ser un rayo, un incendio forestal o simplemente la combustión espontánea del carbón subterráneo. Actualmente la Montaña Ardiente forma parte de una reserva natural.
Fuente: Wired
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