Por: Leonardo Rossi (De nuestra redacción)
Nada detiene su marcha. En más de veinte años de vida, ni por un momento bajó la guardia. Siempre va por más. La Casa de Matías sigue con su andar claro; en la constante búsqueda del mejor sitio para las chicas y chicos que allí encuentran un espacio de formación humana. De eso se trata. Ahora llegó el turno de inaugurar la ansiada aula: un cómodo lugar con mobiliario adecuado para realizar apoyo escolar. Y van por más.
La buena nueva y tan esperada noticia llegó de la mano de un profesor que tenía un instituto en Córdoba. El hombre se enteró a través de un medio radial de la necesidad de este hogar. La Casa de Matías esperaba equipamiento específico para poder realizar una de sus principales actividades: el apoyo escolar.
El mes pasado, la donación se hizo efectiva. En total fueron bancos y sillas para 25 niñas, niños y adolescentes que ya no deberán reacomodar las mismas mesas que usan para desayunar o merendar antes de hacer la tarea. “Ahora los chicos está re cómodos, ya no tenemos que andar parando a cada rato para ordenar porque es un lugar específico para el estudio”, comparte con justificada alegría Roxana Toranzo, fundadora de la casa.
Entre mate y mate, la mujer cuenta acerca de lo oportuno que fue este aporte. El nuevo espacio “se ocupa todo”. En la actualidad hay 43 niños y jóvenes que asisten a la casa, de entre 5 y 22 años. De ese total, 18 viven en el hogar. “Los grupos para estudiar, están repartidos a la mañana y a la tarde, así que en cada turno siempre está llena el aula”, dice Roxana para dimensionar la importancia que tuvo esta donación. El caso sirve de ejemplo de cara al futuro. Porque a pesar de contar con dos décadas de existencia en la Casa de Matías siempre hay planes de “tener el mejor lugar para ellos”, dice la mujer mientras mira como el piberío lija unos tablones que próximamente serán mesa.
Siempre educar
Es que Roxana tiene su historia en las aulas, y asegura: “Esa pasión nunca se perdió”. Por eso pone tanto énfasis en la educación, que trasciende por lejos a completar alguna tarea escolar. Como concepto, la coordinadora de la Casa de Matías define a la institución como “una familia en la que de diversas formas, sobre todo, se educa”.
Ya hicieron los dormitorios en 2009, también montaron un consultorio odontológico, ampliaron la galería que es bien aprovechada por los pequeños, y están de estreno con el aula. Próximamente aparecerá alguna nueva superación de la Casa de Matías, como dice Roxana con la mirada endulzada: “Siempre buscando las mejores comodidades para ellos”.
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