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Diputada Patricia de Ferrari, intermediaria |
Las inundaciones desnudaron como nunca las diferencias que existen entre los municipios de nuestra región, especialmente entre Jesús María y Colonia Caroya.
Caroya no lo dice abiertamente, pero está sentida con Jesús María a la que acusa de “haberse cortado sola” desde 2012 en adelante y haberse desentendido de la región y haber restado fuerza a sus vecinas más pequeñas en los reclamos ante el gobierno de Córdoba.
Sinsacate es la más conciliadora, en este trance, pero no logra que las diferencias se superen entre los dos municipios de mayor peso.
Al poco de asumir los intendentes Grión, Ciprián, Frizza y el jefe comunal Ripeloni se envió un pedido de audiencia y un reclamo de obras sobre la cuenca de nuestros ríos al entonces ministro de Agua, Ambiente y Energía, Manuel Calvo. El pedido nunca fue contestado y la audiencia nunca fue otorgada.
Pero ese enojo no derivó en una mayor fuerza regional ni en un reclamo más enérgico. José Manuel de la Sota, uno de los políticos más astutos que dio Córdoba, logró separar del lote al intendente jesusmariense con la entrega de algunas maquinarias, créditos y subsidios, mientras las flores y la palabra “amigo” abundaban en cada encuentro y en cada discurso. Tanta fue la diferencia que el gobernador hizo con Jesús María que se atrevió a anunciar que enviaba 3 millones de pesos para un azud recreativo y el anuncio lo hizo en territorio caroyense, mientras el intendente local trataba de disimular su desconcierto.
¿Ahora tiene problemas Jesús María? Qué se las arregle solita como hizo hasta ahora, razonan desde el municipio vecino. Por supuesto, esto no lo dice nadie públicamente, pero es hora que alguien lo diga: así están las cosas entre vecinos desde hace un prolongado tiempo.
Cuencas que no respetan fronteras
Ahora bien, un río no distingue al pasar por una ciudad si está gobernada por determinado partido político ni si su intendente no se habla con el del lado. Daña sin distinción de credos, razas, religiones, convicciones.
Y cuando hay que reconstruir, contener, limpiar, reencauzar todo el cauce de un río, resulta imprescindible unificar criterios, acordar acciones, y peticionar regionalmente. Claramente, no es lo mismo que Jesús María se “corte sola” a que peticione junto a Caroya, Sinsacate, y Vicente Agüero por una solución integral para toda la cuenca. Sobre esto último, seguimos sin acuerdo.
Civiles y organizados
La familia de Mariana Di Marco sigue empeñada junto a la Sociedad Rural en encarar todas las gestiones posibles para las obras que son urgentes y también para las que son de mediano y largo plazo.
Y son conscientes de las diferencias que hoy existen entre los municipios y sus autoridades, pero lejos de desanimarse siguen insistiendo para que entiendan que la sociedad civil no puede encarar por sí sola un reclamo de obras y fondos. Son los intendentes quienes tienen que hacerlo con el respaldo de la sociedad civil por detrás que ya mostró su apoyo con la firma del petitorio.
En breve, la diputada Patricia De Ferrari tendrá una reunión con el jefe de gabinete, Aníbal Fernández, para peticionar por nuestra zona. ¿Podremos ponernos de acuerdo antes de ese encuentro?
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