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Bienvenidos al cambio climático

Reflexiones a propósito de las recientes inundaciones y las que están por venir y habrá que prevenir.

Por: Norberto Gallino (Integrante de Redes por adolescentes y jóvenes seguros, productor agropecuario).

Ese pronóstico, aquel mito, supuestamente fruto de cabezas afiebradas  que nos era tan teórico y lejano, ha irrumpido hoy en nuestra realidad cotidiana. Ha entrado en nuestro hábitat, en las ciudades, pueblos y campo y lo sentimos en la piel. Le ha pegado una cachetada a la incredulidad. Se ha hecho presente sembrando destrucción y dejando en cueros a las miserias humanas para que todos podamos verlas. Desnudando la falta de previsión, obras mal hechas y mal planificadas, soluciones populistas y pasajeras. Si hay alguna virtud en las, crisis es que nos traen a la realidad de que nuestros dirigentes no han cumplido con sus deberes. 
Como en aquel dicho de que “nadie escarmienta en cabeza ajena” hemos tenido que recibir este fenomenal aluvión de agua para caer en la cuenta de que el cambio climático está entre nosotros. Que lo hemos dejado crecer sin hacer caso.
Nos ha sido dicho y avisado pero tuvo que presentarse desnudo para que finalmente lo valoráramos en su verdadera intensidad.
También nos han avisado que vendrán sequías igualmente intensas y fríos no vistos por nosotros ni por nuestros abuelos. Éste es un verdadero cambio climático  que todos deberemos estudiar para saber de qué se habla.
Infinitas son las polémicas que podemos urdir en torno a este súper evento natural al que se enfrenta la humanidad que junto al terrorismo internacional, al narcotráfico y las adicciones son los desafíos del momento que se vive. ¿Qué es? ¿Cuál es su verdadera intensidad? ¿Cómo controlarlo? ¿Qué puede causar? ¿Qué podemos hacer?
No es con respuestas fáciles y con más populismo que se deben encarar estos monstruos que trabajan y crecen día y noche los 365 días del año mientras la aldea global se encuentra distraída en sus egoísmos, consumismo y demás tilinguerías. 
No es mi intención ni soy quien debe dar las soluciones, simplemente llamar la atención de mis conciudadanos para que identifiquemos el problema que nos traerá más destrucción e infelicidad. Hablamos de grandes pérdidas, vidas humanas, personas muy queridas, lugares donde tenemos nuestras raíces, propiedades, espacios públicos, tierras cultivables, tiempo y riqueza perdidos en reparaciones. En fin todo tipo de calamidades así como las enfermedades infecciosas y psicológicas que vienen después de las tragedias y catástrofes. 
Identificar al enemigo creo que es una virtud de los pueblos sabios. Prepararse para hacerle frente, estudiar y básicamente: entender lo que está pasando hoy.
Como decía mi amigo Ing. Agr. José Luis Fortunato hemos “sentido” el problema. Digo que el cambio ya estaba y nos habían dicho pero recién hoy lo hemos sentido en carne propia. No creo que sea buena idea meter la cabeza en un hueco. Ahora es el momento de estudiarlo, comprenderlo, darle su justo valor, trabajar pensar y hacernos cargo. 
Claudio Minoldo

Claudio Minoldo

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