“Yo quiero que a Luis (Grión) le vaya bien porque si le va bien a él nos va a ir bien a todos nosotros. Pero también quiero que reflexione sobre las consecuencias que trae aparejada tomar una decisión que condiciona severamente el futuro de la ciudad si no se estudia adecuadamente”, señaló Alejandro Romanutti en un tramo de la explicación que le brindó a los concejales durante una reunión de comisión del pasado lunes y para la que había solicitado audiencia.
La ponencia de Romanutti comenzó contraponiendo las fotografías que el municipio ofrece al turista en las páginas web oficiales, donde pueden verse claramente los “hitos” que ponen orgulloso a cualquier caroyense (vinos, fiestas, acequias, plantaciones frutales, embutidos) con fotos de otras zonas urbanas que no pondrían orgulloso a ningún vecino.
Y mientras iba desarrollando el concepto de “densificación” que tantos renglones viene ocupando desde que comenzó la polémica por el proyecto oficial de ampliar la zona urbana, pasó al tramo más contundente de su fundamentación por la negativa: estadísticamente está demostrado cuánto le falta construir a Caroya en el actual ejido urbano antes de que deba extenderse a un nuevo límite.
Así, y con un margen de error de entre el 10 y el 15 por ciento, se supo que en el actual territorio urbano hay solamente 29 manzanas que están construidas al 100 por ciento. En orden de importancia se conoció que hay otras 77 manzanas que están ocupadas al 75 por ciento; y 68 manzanas que lo están al 50 por ciento.
Lo más llamativo: hay 99 manzanas que están construidas solamente en el 25 por ciento de su superficie y 60 manzanas en las que directamente no hay ocupación edilicia alguna.
Durante la presentación, el arquitecto Romanutti tuvo un arduo intercambio de opiniones con la funcionaria Beatriz Grión, quien planteó y defendió la postura del Ejecutivo, mientras explicaba que se vienen apilando cada vez más y más expedientes de vecinos de la zona rural que buscan subdividir sus inmuebles rurales, más la necesidad de incorporar espacios verdes y la necesidad de brindar respuestas a quienes pugnan por la vivienda propia en un contexto de mercado que les hace prohibitivo el acceso a la “tierra”.
“¿Cuál es -añadió Romanutti-la Colonia de la que estamos orgullosos? La Colonia que mostramos en las fotos o la que caminamos todos los días en la zona urbana actual que son kilómetros y kilómetros de una zona anodina, no densa, absolutamente fragmentada. Este proyecto (el actual del Ejecutivo) apunta a aumentar más ese tipo de superficie”.
“La mejor idea es que toda la gente que quiera tener su vivienda la tenga dentro del actual ejido urbano que ya es inmenso y donde faltan enormes superficies para seguir construyendo. Hay un montón de herramientas de gestión que pueden lograr para que esos proyectos se den dentro de la actual zona urbana y que por fin seamos más densos”, completó el profesional.
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