En su consultorio, la médica Sonia Cárdenas -y concejala por la UCR- exhibe los certificados de participación -tanto como oyente como disertante- en cursos, seminarios, y ponencias sobre el “mobbing”, también llamado “Acoso laboral”. También tiene unos gruesos ejemplares de libros sobre la materia.
Y está dolida porque desde el Ejecutivo la acusaron hace poco de querer sacar rédito político y de no tener los pergaminos suficientes para acreditar su sapiencia sobre el tema.
Pero, más allá de la polémica, lo cierto es que con fecha 14 de agosto ingresó un proyecto de ordenanza que obliga al municipio (en caso de que se apruebe) a trabajar en la prevención de este problema puertas adentro de la Municipalidad.
(N de la R: No hay que dejarse caer en la candidez de no pensar que la demanda judicial de la sindicalista Mirta Brown contra el municipio por acoso laboral influyó. De hecho, Cárdenas trabaja sobre el caso de Brown desde hace varios años).
El el corpus del proyecto presentado a los ediles se señala que el objetivo es que se implementen en el municipio “políticas de prevención y acción, tendientes a generar mecanismos adecuados al tratamiento de cuestiones tan delicadas como puede ser la afectación de la dignidad humana, sufridas dentro del maro del denominado acoso moral laboral”.
La solicitud toma en cuenta la vigencia plena dle artículo 14 bis de la Constitución Nacional y la Ley 26485 que contempla la violencia laboral contra las mujeres. Lamentablemente, no existe una ley de alcance nacional, todavía, que proteja el derecho a un ambiente de trabajo sin acoso. La ordenanza prevé apenas 7 artículos, pero en ellos se condenan las expresiones verbales injuriosas, los cambios injustificados de lugar de trabajo, los juicios ofensivos sobre el desempeño laboral, el hostigamiento psicológico, y la obstaculización del desarrollo de las tareas para las cuales se abona una remuneración, entre otros aspectos.
Del proyecto original, se quitó toda la parte que preveía sanciones para quienes ejerzan el acoso laboral.
“Notaba que el municipio trabajaba en la prevención de muchos tipos de violencia, pero que no lo hacía en los casos de violencia en el colegio ni violencia en el trabajo. Entonces, encontré oportuno trabajar sobre ambos temas”, comenzó diciendo Cárdenas.
Cárdenas se refirió, ineludiblemente, a la reciente demanda de Mirta Brown, secretaria General del STM: “De un puesto de trabajo donde ella se consideraba eficiente, fue trasladada a un lugar donde no tiene ninguna tarea asignada, ninguna supervisión, y donde se viene sintiendo cada vez peor”.
Cárdenas tiene certificados de cursos sobre el tema que datan de hace una década y su capacitación es anterior a la invitación de la Unión Cívica Radical. De hecho tiene publicaciones en medios locales que datan de 2006 y 2007 cuando no estaba en sus planes militar partidariamente.
“Desde 2006 vengo dando charlas y, entonces, no tenía ni idea de que podía participar de la política, era ajena a todo esto. Me afilié por respeto a las personas que me invitaron a participar hace dos o tres años. No es época de elecciones, falta mucho, espero que lo podamos sancionar”, completó la edil.
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