Ésta podría ser la historia sobre cómo la gran hermandad del automovilismo logró una tregua en una disputa histórica entre dos comunidades por una fracción de tierra.
Y la historia sobre cómo un grupo de muchachos “tuercas” de esta región lograron convocar a una multitud en los salones de la Sociedad Rural en Malabrigo.
Corría octubre de 1973 y Juan Manuel Fangio ya se había retirado de la actividad profesional hacía 15 años. Pero siempre estaba dispuesto a ser parte de homenajes y reconocimientos.
La filial Jesús María del Automóvil Club Argentino estaba integrada, entre muchos otros, por José Manuel Robledo, Abel Martínez, Néstor Trettel, Osvaldo Benedetto, Edgardo Martini, Francisco Gedoz, y Rubén Cuchero.
A ellos se les ocurrió gestionar que la séptima etapa del Gran Premio Argentino de TN culmine en las instalaciones de la Escuela de Suboficiales de Gendarmería Nacional. De paso, se realizaría una conmemoración por el aniversario de Plata de la legendaria carrera Buenos Aires - Caracas que se había corrido en 1948 y que había ganado Domingo Marimón a bordo de un Chevrolet Master. Y qué mejor que para esa conmemoración se contara con la presencia de Fangio.
Fangio había corrido 10 años en Fórmula 1 y había salido campeón 5 veces para 4 marcas diferentes, y 2 veces subcampeón. Desde su retiro en 1958, se dedicaba a recorrer el país y el mundo, donde lo requirieran, generosamente.
Así que aceptó el convite de los “tuercas” locales y decidió asistir al homenaje de la Buenos Aires - Caracas.
Un dato curioso: las autoridades municipales de Jesús María de ese entonces se mostraron incrédulas de que una figura legendaria como Fangio pueda aceptar la invitación y ni siquiera lo apoyaron al evento con una car-ta de presentación.
Sí lo hizo, por ejemplo, el comandante mayor Ricardo López, por entonces director de Gendarmería, quien puso a la fuerza a disposición de los organizadores.

Más tarde, unas 2000 personas de congregaron en el predio de la Rural de Malabrigo para compartir un asado que fue lo que se sirvió en ese histórico almuerzo. Fangio pidió después que lo escoltaran al Hotel Paso Viejo de la familia Baldo donde dormiría una siesta. Héctor Baldo recuerda que decidieron en ese entonces no cobrarle la estadía al múltiple campeón mundial. El “Pibe” Mugni fue otro de los que colaboró desinteresadamente entonces.
Ese día, Caroya y Jesús María olvidaron sus diferencias y fue el Automóvil Club Argentino la institución que logró hacerlo. A 40 años de aquella proeza, los tuercas de ayer y de siempre quisieron dejar estampado el recuerdo de ese día memorable.
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