La fecha está bastante visibilizada a partir de los esfuerzos del Estado, en sus distintos niveles, por organizar acciones y actividades alusivas, desde encuentros de concientización barrial y capacitaciones como las encaradas por la Municipalidad de Jesús María, hasta –por ejemplo– la singular "teteada masiva" que con originalidad un grupo de mujeres propuso realizar el próximo domingo 17, en el Parque Sarmiento de la ciudad de Córdoba.
Es válido. Cada cual a su manera, todos expresan su adhesión a esta política pública. Es que a la hora de fundamentar los porqués de la lactancia materna, se disipan las dudas y debates. Si los recién nacidos se alimentan con leche materna, ganamos todos.
A los bebés, el calastro (es la primera leche que produce la madre después del parto), los protege contra infecciones, enfermedades y es un laxante natural para el recién nacido. Además, la leche materna garantiza el crecimiento, desarrollo e inteligencia del niño y fortalece el vínculo afectivo.
La mamá también obtiene beneficios. La lactancia exclusivamente materna constituye un método natural (aunque no totalmente seguro) de control de la natalidad (protección del 98% durante los primeros seis meses siguientes al parto). Además, reduce el riesgo de cáncer de mama y ovario en fases posteriores de la vida, ayuda a las mujeres a recuperar más rápidamente su peso anterior al embarazo y reduce las tasas de obesidad.
Y el Estado, por su parte, recoge indirectamente estas ventajas a través del ahorro en sus sistemas de salud.
Es válido. Cada cual a su manera, todos expresan su adhesión a esta política pública. Es que a la hora de fundamentar los porqués de la lactancia materna, se disipan las dudas y debates. Si los recién nacidos se alimentan con leche materna, ganamos todos.
A los bebés, el calastro (es la primera leche que produce la madre después del parto), los protege contra infecciones, enfermedades y es un laxante natural para el recién nacido. Además, la leche materna garantiza el crecimiento, desarrollo e inteligencia del niño y fortalece el vínculo afectivo.
La mamá también obtiene beneficios. La lactancia exclusivamente materna constituye un método natural (aunque no totalmente seguro) de control de la natalidad (protección del 98% durante los primeros seis meses siguientes al parto). Además, reduce el riesgo de cáncer de mama y ovario en fases posteriores de la vida, ayuda a las mujeres a recuperar más rápidamente su peso anterior al embarazo y reduce las tasas de obesidad.
Y el Estado, por su parte, recoge indirectamente estas ventajas a través del ahorro en sus sistemas de salud.
Prioridad

Se calcula que con esta práctica se puede salvar alrededor del 20 por ciento de los niños menores de cinco años que están en riesgo.
Pero aún cuando esa estadística es suficiente razón por sí misma para actuar, también se puede analizar la cuestión desde el sentido común más elemental: la leche materna es el alimento natural y más sano para los bebés. ¡Aprovechemosló!.
Entre las Metas de Desarrollo del Milenio que se planteó la OMS en 2000, figura la erradicación de la pobreza y el hambre extremos. Allí también la lactancia está llamada a jugar un rol central.
La lactancia materna exclusiva y la continuada durante dos años están asociadas a una reducción del bajo peso y son una fuente de calorías de alta calidad insustituible para cualquier dieta.
Y si el parámetro es económico, ni qué hablar: la leche materna es un producto económico, de alta calidad y da seguridad alimentaria al niño.
La OMS recomienda la lactancia materna exclusiva para los bebés durante los seis primeros meses de vida y hasta los dos años o más. Tras los seis primeros meses, combinada con la alimentación complementaria, la lactancia materna previene la malnutrición.
Pero pese a todos los informes médicos pro-lactancia, las estadísticas son desalentadoras: los menores de seis meses alimentados exclusivamente con leche materna no llegan al 40%. Es un déficit a revertir.
En esto el apoyo a la madre es esencial. La lactancia requiere aprendizaje y paciencia. También suele ser necesario coordinar los tiempos que insume esa tarea con la dedicación laboral. Por eso es que de manera creciente se están generando algunas condiciones de trabajo que pueden facilitar la lactancia materna, como el trabajo a tiempo parcial, las guarderías en el lugar de trabajo, las instalaciones donde amamantar o extraerse y recoger la leche, y las pausas para amamantar.
Mientras la concientización progresiva da paso a esos avances, hay que mantener viva la llama de la educación y la capacitación para que las mamás no vivan la lactancia como una complicación, sino como una inigualable instancia de amor compartido con sus hijos y un reaseguro sanitario y alimenticio.
La Semana de la Lactancia es sólo una vez al año. Hagamos que su prédica se mantenga viva los 365 días del año.
Fuente: Dra. Georgina Lauret, Lic. en Nutrición Gisela Genovese, Lic. en Psicología María Paula Curto (Programa de Educación Alimentaria - Municipalidad de Jesús María)
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