El intendente Gabriel Frizza y Daniel Ballatore, titular de Imbal SA, firmaron el miércoles al mediodía el contrato para que esa empresa se haga cargo de la reconstrucción del Puente Centenario, caído a fines del año pasado como consecuencia de una fuerte crecida del Río Guanusacate.
De esta manera se completó la tramitación administrativa del expediente, mientras en paralelo la empresa ya comenzó a trabajar en taller para el armado de la nueva estructura metálica.
Vale recordar que Imbal fue la única oferente que se presentó a la licitación y que cotizó la obra en $6.700.000, una cifra inferior al presupuesto oficial, que había fijado un tope de $.7.500.000.
Al término de la firma del convenio, Bellatore dialogó con Primer Día sobre detalles de la obra.
Ubicada en el parque industrial de Río Tercero, Imbal ya tiene otras obras similares en su currículum. “Hemos hecho unos cinco puentes de características similares porque nos dedicamos, fundamentalmente, a lo que son estructuras metálicas, no sólo puentes, que tienen distinto tipo de aplicaciones”, explicó Ballatore.
Con Jesús María, Imbal firmó un acuerdo para hacerse cargo del desarrollo de la ingeniería del puente en su totalidad y de la ejecución de su parte metálica. La otra obra civil, es decir, las fundaciones y el trabajo sobre el cauce del río Guanusacate fue contratado por la Dirección Provincial de Vialidad con otra empresa que debería estar trabajando a partir de la semana entrante.
La obra en sí
La propuesta de la empresa incluyó una ampliación del ancho del puente que se irá a 7,5 metros de ancho, más 1,40 metro de pasarela, lo que permitirá el tránsito en ambos sentidos en forma simultánea.
Esa gestión, para la ampliación del puente, fue realizada por el municipio ante las autoridades provinciales que entendieron que el puente debería adecuarse a los actuales requerimientos de conexión que la región necesita.
Más que una reconstrucción, debiera hablarse de una “recreación” del antiguo puente Centenario, es decir, que el nuevo puente será parecido al anterior en su fisonomía, pero con materiales absolutamente nuevos. No se utilizará en su reconstrucción ningún elemento del anterior.
“A partir de la firma de este contrato, la obra que nos encargaron va a estar lista entre 60 y 90 días en nuestros talleres. Mientras tanto, tiene que avanzar la empresa que va a construir las bases para poder coordinar después la entrega del material”, añadió Ballatore.
El apuro municipal
“Cuando se habla de reconstruir el puente, se habla de qué tipo de concepto de puente vamos a tener. Lo que se estableció con Cultura de la provincia (de acuerdo a la declaración de UNESCO) fue que había que reconstruir lo mismo que estaba, para que no cambie el entorno de lo que había sido declarado Patrimonio de la Humanidad y, también, mantener la estética de lo que había sido esa zona para Jesús María”, aportó Gabriel Frizza.
“En lo que nos comprometimos -añadió el intendente- fue en ver cómo impedimos el tránsito pesado. Veremos cómo hacemos para que sea algo estético en los limitadores de altura, pero es algo que lo tenemos que contemplar ni bien esté puesto el puente”. Si no media demora, en noviembre debería estar emplazado y en uso nuevamente.
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