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| Imagen ilustrativa. Archivo prensa Municipalidad |
Como en muchos otros servicios, el municipio de Jesús María firmó un contrato de tercerización de trabajos con una persona X, cuyo hermano se desempeña como jefe de un área operativa. Hasta ahí, nada extraño.
Desde el área de Obras Públicas era frecuente, entonces, encargar trabajos a este tercero para que las ejecutara y recibiera una paga a cambio.
Pero hace unos meses, antes de autorizar un desembolso de dinero por un valor cercano a los 9 mil pesos, se comisionó a un agente municipal para que inspeccione si las obras habían sido hechas y si estaban correctamente ejecutadas.
Y ahí se detectó, aparentemente, que las obras sí habían sido hechas, pero en horario de trabajo municipal, con herramientas y maquinarias municipales, y con empleados municipales. En resumen: eran obras municipales que pretendía cobrar un tercero -el que firmó el contrato- bajo el amparo del hermano que trabaja en el municipio como jefe del área operativa que encargaba los trabajos. Lisa y llanamente lo que constituiría un intento de fraude contra el municipio.
La cuestión derivó en la presentación de una nota con todos los antecedentes al secretario de Desarrollo Urbano, Hugo Cagliero, quien decidió abrir un expediente y ponerlo en manos de Asesoría Letrada para que sustancie un proceso administrativo que determine la veracidad o la falacia de los hechos que se le imputan al agente municipal en relación con el tercero (su hermano).
De esto, hace dos meses, y es un secreto a voces dentro del Obrador municipal. No hay área que no esté interiorizada sobre los pormenores de esta maniobra.
La apertura del expediente fue confirmada por Cagliero, quien fue muy prudente al referirse a la cuestión: “Hubo una presentación sobre un hecho observado por un agente y se abrió un expediente que se envió al área correspondiente para que investigue”.
“Es muy difícil de evaluar -añadió Cagliero- si los hechos denunciados son verosímiles o no porque mi misión no es ponerme en el lugar del juez. Sí, como cualquier cuestión que me presentan como reclamo, tengo que darle lugar. En este caso, en función de ese reclamo se abrió un expediente. Más allá de eso, no puedo tomar partido ni por la persona que hizo el reclamo ni por la persona a la que han acusado”.
El titular de Desarrollo Urbano reconoció que el agente al que acusan no es un agente cualquiera sino alguien que tiene cierto ascendente sobre el personal. De comprobarse que su comportamiento no fue el adecuado, debería operar algún tipo de sanción porque sino minaría la moral del personal que trabaja bajo sus órdenes.
“Todo expediente tiene un tiempo y un proceso. Ningún expediente se abre para que no tenga una resolución”, completó Cagliero sobre el asunto.
Lo que no trascendió, hasta el momento, es en qué instancia está ese proceso administrativo. Si ya llamaron a las partes involucradas, si declararon quienes atestiguan que los trabajos fueron hechos por el municipio y no por un tercero.
El funcionario aclaró, también, que una eventual sanción no será impuesta por él sino por el órgano de disciplina que esté autorizado a hacerlo por parte del Ejecutivo.
Extraoficialmente se supo que el expediente no pasó, por el momento, por el área de Recursos Humanos, que debería tomar parte del proceso que sustancia Asesoría Letrada.
Así las cosas, la situación viene generando malestar entre el personal y hay presiones para que este sumario se concluya y despeje las dudas que hoy pesan sobre este agente.
Más allá de que existe la presunción que, en el medio, podría tratarse de un ajuste de cuentas entre agentes, lo cierto es que hay por lo menos tres testigos que están en condiciones de aseverar que los hechos existieron.
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