Dentro del marco del proyecto “La Patria también es mujer” invitaron a la diputada nacional Cecilia Merchán para dialogar sobre el rol de las mujeres en la historia argentina y para referirse a la problemática de la violencia hacia las mujeres.
¿Cómo toman estas invitaciones de poblaciones pequeñas para hablar sobre cuestiones de género?
- Para mí no hay diferencias entre el trabajo que se puede desplegar en una gran ciudad y en una localidad muy pequeñita, incluso en el campo. Nosotras trabajamos en zonas absolutamente rurales porque creo que cuando hablamos de la violencia hacia las mujeres, la violencia de género, es algo que atraviesa todos los sectores sociales, todas las realidades geográficas. Es de punta a punta en todo el país y vale tanto una mujer en este lugar como en el centro de las grandes capitales. Me parece que lo que está haciendo esta escuela es un ejemplo de poder abordar desde una perspectiva diferente ¿qué pasa con las mujeres? Celebrar el Día del Trabajador pensando en las trabajadoras y que pase en una escuela me parece alucinante. Poder ver la historia, el momento actual, las distintas aristas del problema de las mujeres nos hace tener una mirada mucho más compleja y rica de la realidad.
Los argentinos tenemos por costumbre mirar los ejemplos de mujeres de afuera como las obreras textiles de Estados Unidos o las hermanas Mirabal, pero ¿qué pasa con nuestras mujeres?
- Es tan oculta la historia de las mujeres nuestras que, por ejemplo, cuando hablás de las invasiones inglesas, desde el primer grado te dicen que desde arriba de las terrazas tiraban aceite hirviendo a los invasores. Las personas que estaban en esas terrazas, primero no tiraban aceite porque era caro, tiraban agua hirviendo, y eran mujeres. Y no las más ricas sino las más pobres, las que estaban en la cocina, las negras, las esclavas. Ésas eran las que nos defendían de los ingleses. Acá, esas mujeres hacían la historia.
Pensemos lo que pasaban en 2001, en esa tremenda crisis, los trueques, los comedores comunitarios, los roperos, y los merenderos, los llevaron adelante esas miles y miles de anónimas que sacaron el país adelante, que le dieron de comer a los chicos, que consiguieron la forma de comerciar, que iban organizando la resolución de las cosas y, sin embargo, no las estamos mirando como parte de la historia, como parte de la política, como parte del accionar. No es una o dos mujeres las que aparecen. Son ésas que todos los días hacen los grandes cambios en Argentina.
Uno piensa que la discusión sobre género está bastante avanzada en nuestro país, pero la realidad rompe con esa sensación
- Si pensamos que mi abuela no votaba, los avances son grandes. Pensar que hoy hay una presidenta, hay gobernadoras, hay mujeres en las cámaras de Senadores y de Diputados, hay intendentas, hay en la oposición, hay en el oficialismo, en todos lados hay mujeres. Pero también hay que decir que el presupuesto para el Consejo Nacional de la Mujer que es el que tiene que llevar adelante las políticas nacionales es del 0,0029 por ciento. Ahí te está dando la pauta del avance que tiene el tema. Hemos conseguido leyes en estos tres años excelentes: una ley integral contra la violencia hacia las mujeres, una ley integral en contra de la trata, la ley de matrimonio igualitario que es conexa a derechos aunque no es lo mismo. Son derechos que hemos logrado después de mucha pelea de muchas mujeres pero lo cierto es que el presupuesto es ése. Estamos hablando de un problema importante. La violencia hacia las mujeres el año pasado se cobró 260 vidas. Hablamos de inseguridad y en el país se sigue pensando en robos. Quisiera saber en Sinsacate ¿Cuántas mujeres han sido golpeadas en la calle por un ladrón y cuantas han sido golpeadas en su casa por sus maridos?. Te puedo asegurar, sin ninguna duda, que son muchísimas más las mujeres que sufren más inseguridad adentro de sus hogares que afuera. Cuando pensamos en la inseguridad pensamos en las grandes ciudades y en los grandes conglomerados urbanos y tenemos miedo de algunos jóvenes que se estén drogando en la esquina cuando en realidad 260 mujeres no murieron asesinadas por jóvenes y sí por sus parejas o ex parejas. La violencia en los medios de comunicación, la violencia institucional, que implica que no haya políticas públicas, la violencia doméstica que vivimos las mujeres es un problema social, es un problema político, es un problema del conjunto y tenemos que abordarlo de esa manera.
¿Hace falta instalar la idea de que la violencia física es el corolario de un proceso que arranca con la agresión verbal o la violencia psicológica?
- Hay un montón de situaciones que no terminan en el golpe y, sin embargo, representan una enorme violencia. Hay violencia psicológica, violencia económica que, casi siempre, terminan en los golpes. Pero cuando no terminan en golpes, igual son terribles y devastadoras para la autoestima de las mujeres. Que hace que las mujeres creamos que no somos capaces y lo vivimos la mayor parte de las mujeres en algún momento de nuestra vida. Y no provienen de alguien ajeno a mí. Todas hemos vivido alguna situación de esas características y es devastador con respecto a nuestra autoestima, a nuestras posibilidades, y nos deja en una situación de tanta desigualdad en las oportunidades. Porque si vos estás destruida, no crees en vos misma, pensás que estás sola y aislada y que nadie te quiere, que no vales absolutamente nada, muy difícilmente vas a conseguir un trabajo. O puedas acceder a otras personas que te ayuden. Hay que romper con la idea de que estos son casos aislados. Segundo, que esos casos aislados pertenecen a “enfermitos”. No. Es un problema social, del conjunto, de toda la cultura. Ahí es donde nos tenemos que entender las mujeres. Por eso, decimos que cuando maltratan a una nos maltratan a todas. Pasa a ser un problema de todas nosotras.
Primer Día
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la patria tambien es mujer
La Escuela Pringles de Sinsacate promovió una jornada de reflexión sobre mujeres y trabajo

Claudio Minoldo
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